jueves, 25 de diciembre de 2014

El tiempo nuevo del rey Felipe

Se esperaba con mucha expectación el primer discurso de Nochebuena de Felipe VI. Las altas expectativas son siempre el peor enemigo para alguien que quiere impresionar, como es evidente que pretendía anoche el Monarca. Es mucho más sencillo superar unas expectativas discretas (como hizo Rajoy en el debate electoral de 2011) que cumplir con las altas (se tenía a Miguel Arias Cañete por un político más consistente que Elena Valenciano y salió escaldado del cara a cara de la campaña europea). Otro hándicap adicional que el Rey debía salvar era el procesamiento de su hermana por delitos fiscales dos días antes. Circunstancias adversas, pues, las que afrontaba un Jefe del Estado que pretende ser símbolo y cabeza de la regeneración política e institucional en España. ¿Superó la prueba? Sobre el fondo de lo que dijo cada uno tendrá su opinión, condicionada por su ideología y prejuicios y su capacidad para alejarse de ellos a la hora de valorarlo. Sobre las formas, cabe dar algunas pinceladas: