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lunes, 29 de noviembre de 2010

El cambio llega a Cataluña

Pasaron las elecciones y sus resultados no han deparado grandes sorpresas. Amplia victoria de CiU, que le permitirá gobernar solo, sin necesidad de pactos estables con nadie, y gran descalabro del tripartito, en especial de ERC y PSC. El inesperado subidón del PPC y la irrupción de Laporta con 4 escaños en el Parlament son los otros dos apuntes destacables. Por último, Ciutadans logra el objetivo prioritario de consolidarse y mantiene sus tres diputados (sacando 15.000 votos más que en 2006) pero se queda lejos del sueño de lograr grupo parlamentario propio (el mínimo para lograr tal empresa son 5).

Hechas las consideraciones principales que todos conocemos ya de sobra, desde "La Bitácora" queremos incidir en algunos aspectos un poco más técnicos y profundos que nos parecen reseñables:

1) Parece que se derrumba definitivamente la teoría de que una subida inesperada de la participación beneficia a la izquierda y perjudica al centroderecha. La participación en las elecciones de ayer fue de casi el 60%, entre ocho y diez puntos superior a lo que la mayoría de encuestas anunciaban. Tradicionalmente, este hecho (el de una brusca e inesperada caida de la abstención) beneficiaba a los partidos de izquierda y de centro-izquierda, quienes se considera que tienen un electorado menos fiel y movilizado. Sin embargo, tal y como pasó también en las elecciones gallegas de 2009, los partidos que mejores resultados han logrado han sido los de centro-derecha: CiU y el PPC. Por lo tanto, esta regla de oro cada vez va teniendo menos validez. Sirva de precedente para futuras ocasiones.

2) Desde el PSOE intentan extender la idea de que los resultados de ayer deben analizarse en clave autonómica, es decir, como si hubieran sido fruto de la coyuntura política que vive Cataluña y nada más, asegurando que no pueden ser representativos de nada y que su hipotética extrapolación no está justificada. Sacar conclusiones en clave nacional, dicen, es un error. Si de verdad es eso lo que piensan, nos parece que están equivocados. Si no lo piensan y lo dicen por pura estrategia política, igualmente la consideramos desacertada. El PSC ha cosechado el peor resultado de su historia y en ello ha tenido mucho que ver, evidentemente, el desgaste sufrido por los siete años de Gobierno tripartito. Sin embargo, creemos que las causas de la debacle son más y no solamente esta. El PSOE ya perdió las elecciones al Parlamento Europeo de 2009 y el Gobierno de Galicia ese mismo año. Todas las encuestas le colocan a más de 10 puntos de distancia del PP y muchas le auguran unos resultados peores a los cosechados por Almunia en el año 2000 si hoy se celebraran elecciones generales. El  propio Zapatero ha apoyado el tripartito y ha sido el impulsor del 'Estatut', eje de su Gobierno. Que las repercusiones de esta derrota son nacionales creemos que es obvio. El propio portavoz del PSC en el Parlament, Miquel Iceta, echó ayer la culpa de la misma a la "crisis económica" que está provocando un giro a la derecha en Europa. De manera que motivos para preocuparse y para pensar que la tendencia es generalizada los tienen de sobra en Ferraz. Sería un error y una irresponsabilidad por su parte que no afrontaran la situación. Pero hay más datos que avalan nuestra teoría:

-El peor resultado de la historia para el PSC coincide con el mejor del PPC, que saca más escaños que nunca (18). El PSOE ganó las elecciones de 2008 principalmente por la gran ventaja que sacó a los populares en Cataluña y, en menor medida, en Andalucía y País Vasco. Que su granero de votos catalán merme de tal manera (la distancia con el PPC ayer no llegó a los 6 puntos, es algo que no se pueden permitir si quieren tener opciones en 2012. Hubo trasvase directo de votos del PSC al PPC, sino no se explica la caida de unos y la subida de otros.

-El PPC sacó más votos que el PSC en municipios como Castelldefels, Sant Cugat del Vallés, Salou, Mont-Roig del Camp o La Senia. En todos ellos el PSC superó al PPC en 2006. La distancia ese año fue de 11; 7; 3; 9; y 14 puntos respectivamente. Se trata de otra evidencia más del trasvase de votos y una circunstancia simbólica muy representativa.

-En las cuatro capitales de provincia, la distancia PSC-PPC se acorta extraordinariamente: en Barcelona pasa de ser de 10 puntos a 3,6; en Tarragona, de 12,5 a 0,1 (solo 69 votos de diferencia); en Lleida, de 12,4 a 1; y en Girona de 15,3 a 5,1. En las ciudades, pues, la merma del PSC y la consiguiente crecida del PPC, es aún más evidente. Ni qué decir tiene que si estos resultados se repiten en las generales, el PSOE tendrá la batalla por La Moncloa más que complicada.

-En la ciudad de Barcelona, la distancia entre CiU y el PSC fue de 18 puntos. Los convergentes casi doblaron en número de votos a los socialistas. Parece cada vez más claro que la alcaldía de Barcelona dejará de ser en mayo de 2011, por primera vez en 30 años, del PSOE. Sería todo un golpe moral, todo un símbolo del cambio de ciclo que ayer comenzó en Cataluña.

3) El batacazo de ERC es uno de los mayores de la democracia. Cosecha más ex-votantes que votantes, se queda en un pírrico 7% de votos y se ve inmerso en una crisis que, de no darle solución cuanto antes, puede suponer la entrada en un círculo vicioso del que quizás no se recupere. El daño que le ha hecho la Solidaritat Catalana de Laporta es inmenso y corre el riesgo de que este nuevo partido (que apenas tiene 4 meses de vida) se consolide y le arrebate definitivamente el grueso del electorado independentista.

4) El Partido Popular de Cataluña cumplió los dos objetivos que tenía marcados para estas elecciones: el prioritario (ser la tercera fuerza del Parlament) y el anhelado (conseguir el mejor resultado de su historia). Ahora aspira a condicionar la política de un Govern que será, de manera inexorable, del todo convergente. No es necesario un pacto estable ahora pero quizá después de las generales CiU y PP sí se sienten a hablar de ello.

5) Es más que probable que CiU vuelva a su tradicional y maquiavélico pragmatismo y aparque momentáneamente sus reivindicaciones soberanistas. Creemos que tratará primero de lanzar el grueso de su programa (fundamentalmente la política económica) y tras las generales de 2012 dé la batalla definitiva por el concierto a la vasca, cuando sepa quién gobierna España.

6) No hay que dejar de señalar el apoyo que ayer obtuvo Plataforma per Catalunya. El partido xenófobo de Josep Anglada estuvo durante la primera hora del escrutinio con 3 diputados. Al final se quedó en el 2,5% de los votos y a las puertas de entrar en el Parlament. El hecho de que 75.000 personas lo votaran debe hacer reflexionar a muchos sobre muchas cosas y, sobre todo, debe hacer tomar medidas que eviten que el electorado vaya abrazando cada vez más posiciones tan radicales.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Jornada de reflexión

Concluyó la campaña en Cataluña con Mas ejerciendo de President ante 20.000 incondicionales en el Sant Jordi y con Montilla encomendándose al voto oculto en un maratoniano sprint final. Una vez más, cero propuestas, cero ideas y cero programa. Mañana es el día. Los partidos y los candidatos se someten al juicio de los electores. Hoy toca jornada de reflexión. Dentro de este seguimiento especial que desde "La Bitácora" estamos haciendo a los comicios, les recomendamos la lectura de tres artículos para amenizar el día y preparar un poco el ambientillo electoral. Se trata de una columna de Leopoldo Abadía publicada en El Confidencial, otra de Melchor Miralles, también en El Confidencial, y una tercera de Carlos Carnicero, que aparece en El Plural. Encontramos la lectura de ellas muy interesante y reveladora. Que las disfruten.

Mas y Montilla, anoche en sus respectivos actos de fin de campaña / Afp / EFE

Mañana seguiremos la jornada al minuto (con los resultados publicados en tiempo real), en especial desde el cierre de los colegios electorales a las 20:00h. y, sobre todo, vía twitter (@DavidMartinezG). Tengan un buen día.

martes, 23 de noviembre de 2010

Cataluña en campaña: consideraciones finales

Para concluir esta serie de entradas relacionadas con las elecciones catalanas, vamos a dedicar unas líneas a hacer una especie de balance general final, hablando de las claves que han centrado la campaña y de cómo queda la situación a cuatro días escasos de los comicios. Sin esperar al viernes (visto lo visto, no parece necesario). Desde "La Bitácora" consideramos que han sido unos días de mucho ruido y pocas nueces, de mucho alboroto mediático, muchos mítines, muchos actos pero pocas propuestas, pocos mensajes de interés, poca política y mucho márketing.

El patrimonio de los candidatos ha centrado gran parte del debate. Artur Mas fue el último en publicarlo y lo hizo "para cerrar un debate electoralista". Coincidimos con su opinión. La polémica creada en torno a este tema poco tiene que ver con la capacidad de unos y otros partidos para solucionar los problemas de los catalanes. Lo importante son las propuestas, las ideas, el programa. No las casas que tienen o si van en bici al trabajo. Todo esto brilla por su ausencia  y queda relegado ante otros temas que "venden" más pero que poco pueden aportar.

Fotograma del vídeo promocional de SI
La otra gran protagonista de esta semana y media de campaña ha sido 'la guerra de vídeos'. Entre el orgasmo de la chica que vota al PSC (y que dejó perplejo hasta al propio Montilla), el espectáculo de la actriz porno fichada por Laporta, los gemidos en el corto de Nebrera y el 'robo de la cartera' que, según las juventudes de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), España hace a Cataluña podemos concluir que ya se ha tocado fondo, que ya no queda margen para el empeoramiento y que sólo se puede mejorar. Estamos deseando que comience la campaña de las autonómicas y municipales de 2011 porque peor que esta no puede ser. El barriobajerismo mostrado por los partidos es casi insultante para los electores. Las encuestas vaticinan que la abstención en estos comicios puede ser histórica y alcanzar el 50%. Luego nos preguntaremos por qué.

La inmigración ha sido uno de los pocos temas de interés que se han hecho hueco en la frívola campaña catalana. Los partidos de centro-derecha han apostado por un endurecimiento de la política inmigratoria si alcanzan el poder, mientras que los de izquierda y centro-izquierda han hecho hincapié en sus tradicionales posturas de integración y flexibilidad. Tampoco aquí han faltado las salidas de tono. Y no  nos estamos refiriendo a la xenofobia del partido de Anglada, sino a las declaraciones del secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida (Cataluña tiene el "problema" de que nacen demasiados niños "de madre extranjera") o al patinazo del PPC con el videojuego en el que su candidata luchaba contra inmigrantes ilegales. Estos partidos han desaprovechado una ocasión de oro para presentar propuestas serias en el tema que gozarían de respaldo popular (el 47% de los catalanes es favorable a expulsar a inmigrantes desempleados), que las tienen, pero quedan empañadas con metidas de pata tan contraproducentes.

El calor de la campaña ha ido in crescendo conforme pasaban los días y, con él, las intervenciones desafortunadas. Sin duda el premio gordo se lo ha llevado el conseller de Agricultura y número uno del PSC por Lleida, Joaquim Llena, al llamar "gilipollas" a los miembros de CiU. El favor que les ha hecho a los convergentes con estas torpes declaraciones es impagable. También el líder de ERC, Joan Puigcercós, ha acaparado protagonismo con su salida del tiesto asegurando que "en Andalucía no paga impuestos ni Dios". Todos los partidos y el presidente de la comunidad aludida saltaron en tromba a desacreditarle. Tuvo su minuto de gloria, salió en todos los noticiarios pero en su partido muchos habrán pensado que para salir por cosas así mejor permanecer en el ostracismo.

Una de las cosas que desde "La Bitácora" más nos ha llamado la atención es la ausencia de debate en torno al 'Estatut'. Prácticamente no se ha escuchado a ningún partido, a ningún candidato, pronunciar siquiera la palabra. Tanta polémica, tanto tirarse los trastos unos a otros a cuenta de este tema, tanta manifestación, tanta crispación para que luego llegue la hora de la verdad y no solamente no se debata sobre su futuro, sino que ni siquiera se mencione el tema. Lamentable. Suponemos que a nadie le conviene demasiado que se hable de ello pero hay ciertos límites en toda estrategia. Entendemos que aquí no se han respetado.

Los candidatos, momentos antes del debate de TV3

Por último, el debate a seis bandas celebrado el domingo en TV3. Una vez más, oportunidad perdida de todos. Pocas o ninguna propuesta. Tan sólo brindis al sol como el referéndum de ERC o el concierto económico de CiU. Lo que sí quedó meridianamente claro es que el partido de Mas parece decidido a pactar con el PPC la investidura. Así se desprende de la contestación que le dio el candidato convergente  a Montilla cuando éste se mostró reacio a una alianza así. "Si tanto le preocupa un pacto con el PP, apoye usted la investidura del más votado. Deje gobernar a quien gana las elecciones y así verá cumplido su deseo", le espetó. Se puede decir más alto pero las preferencias de Mas difícilmente pueden expresarse más claro.

En definitiva, compartimos la reflexión que Duran i Lleida hacía el otro día en su blog y creemos que lo mejor es que "la campaña catalana termine cuanto antes". Decepcionante, mediocre y vulgar son los calificativos que mejor pueden definirla. La abstención, tras estos anodinos días, puede alcanzar el domingo registros históricos. Si alguna vez estuvo justificada, sin duda es esta.

P.D.: El viernes, la quiniela de "La Bitácora" para las elecciones. Hasta entonces. Saludos a todos.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Cataluña en campaña: La encrucijada del PSC

Si hay un tema que está acaparando todos los focos de la actualidad política española ése es el de las elecciones al Parlamento catalán, que se celebrarán el próximo domingo 28 de noviembre. De su resultado dependerá en buena parte el futuro político de España, pues los pactos y alianzas que se formen tras el escrutinio previsiblemente pueden extrapolarse al conjunto de la nación en un futuro no muy lejano. En "La Bitácora" trataremos de analizar al detalle el asunto con una serie especial de entradas (titulada "Cataluña en campaña"), que trate de aportar las claves más importantes. 

Primeramente hemos querido dedicar un espacio a desgranar la situación en que se encuentra el partido del actual presidente de la Generalitat (José Montilla): el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). La federación catalana del PSOE cuenta actualmente con 37  de los 135 escaños  que componen el Parlament y lleva siete años gobernando en coalición con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA). Todos los sondeos apuntan a que el PSC acusará el desgaste de la acción de Gobierno y sufrirá una severa derrota en las urnas. Desde el propio partido parecen asumir ya que repetir resultado es una quimera y el objetivo es no ser goleado por la CiU de Artur Mas.

Las causas del bajón del PSC, a nuestro modo de ver, son muchas y muy variadas. En primer lugar, se ve arrastrado por el deterioro generalizado que el PSOE viene sufriendo en toda España como consecuencia de su gestión al frente del Gobierno de la nación. En segundo lugar, el partido de Montilla se ha dejado llevar por su sector más catalanista entrando en una deriva de iniciativas políticas nacionalistas difíciles de entender para muchos de sus votantes. Y es que no es sencillo comprender por qué un señor que pasó sus 16 primeros años de vida en Iznájar (Córdoba) impone a los comerciantes la obligación de rotular en sus establecimientos "al menos en catalán" o encabeza una manifestación contra una sentencia del Tribunal Constitucional. En tercer lugar está la previsible baja participación que se registrará en los comicios: más de la mitad de los electores no tiene pensado ir a votar el día 28. Y sabido es que una abstención alta perjudica más que a nadie al partido de centroizquierda. Todo ello, unido a la baja popularidad del candidato y presidente Montilla, dibuja un panorama desolador para el PSC. Tanto, que en el partido considerarían "un éxito" pasar de 33 escaños.

Cartel promocional del PSC para las próximas elecciones.

Pero incluso esa modesta meta parece complicada de alcanzar. La mayoría de los sondeos les dan menos de 30 diputados, lo que sería un batacazo monumental, que llevaría al PSC a cosechar el peor resultado de su historia. Para tratar de frenar la sangría, en el partido están centrando la campaña electoral en presentarse como la moderación y el centrismo dentro del espectro político catalán. Se ha vuelto a acudir al socorrido recurso de la "catalanofobia" del Partido Popular (el propio Rodríguez Zapatero exigió este fin de semana a Mariano Rajoy que "prometa que no hará más política contra Cataluña") y se intentan distanciar de los "radicalismos nacionalistas" de CiU y ERC. El problema para el PSC está en que esta estrategia puede volverse en su contra, puede quedar atrapado en una encrucijada mortal. Por mucho que abjure ahora de sus socios de Gobierno e intente jugar la carta españolista (llevando al ex-ministro Corbacho como número 2, asegurando que no se reeditará el tripartito, prometiendo eliminar las multas por no rotular en catalán, etc.) lo cierto es que el PSC-PSOE lleva años enfrascado en una dinámica cuasi soberanista que le ha llevado a abrazar tesis y a adoptar medidas que ni Jordi Pujol se atrevió tan siquiera a imaginar. Esto puede hacer que el electorado entienda la estrategia como un engaño fruto de la desesperación que produce el verse en tan dramática situación. Ése es el gran riesgo que ahora mismo corre el PSC.

Un último quebradero de cabeza para los socialistas es que de consolidarse esta tendencia en Cataluña sus repercusiones en el conjunto de España pueden ser terribles. No en vano, el PSOE ha ganado las dos últimas elecciones generales en gran medida gracias a sus buenos resultados en Cataluña (hasta 25 diputados logró en 2008, frente a los 8 del PP). Si su granero de votos por excelencia sufre tan severo castigo en 2012, la derrota estaría prácticamente asegurada.