Pasaron las elecciones y sus resultados no han deparado grandes sorpresas. Amplia victoria de CiU, que le permitirá gobernar solo, sin necesidad de pactos estables con nadie, y gran descalabro del tripartito, en especial de ERC y PSC. El inesperado subidón del PPC y la irrupción de Laporta con 4 escaños en el Parlament son los otros dos apuntes destacables. Por último, Ciutadans logra el objetivo prioritario de consolidarse y mantiene sus tres diputados (sacando 15.000 votos más que en 2006) pero se queda lejos del sueño de lograr grupo parlamentario propio (el mínimo para lograr tal empresa son 5).
Hechas las consideraciones principales que todos conocemos ya de sobra, desde "La Bitácora" queremos incidir en algunos aspectos un poco más técnicos y profundos que nos parecen reseñables:
1) Parece que se derrumba definitivamente la teoría de que una subida inesperada de la participación beneficia a la izquierda y perjudica al centroderecha. La participación en las elecciones de ayer fue de casi el 60%, entre ocho y diez puntos superior a lo que la mayoría de encuestas anunciaban. Tradicionalmente, este hecho (el de una brusca e inesperada caida de la abstención) beneficiaba a los partidos de izquierda y de centro-izquierda, quienes se considera que tienen un electorado menos fiel y movilizado. Sin embargo, tal y como pasó también en las elecciones gallegas de 2009, los partidos que mejores resultados han logrado han sido los de centro-derecha: CiU y el PPC. Por lo tanto, esta regla de oro cada vez va teniendo menos validez. Sirva de precedente para futuras ocasiones.
2) Desde el PSOE intentan extender la idea de que los resultados de ayer deben analizarse en clave autonómica, es decir, como si hubieran sido fruto de la coyuntura política que vive Cataluña y nada más, asegurando que no pueden ser representativos de nada y que su hipotética extrapolación no está justificada. Sacar conclusiones en clave nacional, dicen, es un error. Si de verdad es eso lo que piensan, nos parece que están equivocados. Si no lo piensan y lo dicen por pura estrategia política, igualmente la consideramos desacertada. El PSC ha cosechado el peor resultado de su historia y en ello ha tenido mucho que ver, evidentemente, el desgaste sufrido por los siete años de Gobierno tripartito. Sin embargo, creemos que las causas de la debacle son más y no solamente esta. El PSOE ya perdió las elecciones al Parlamento Europeo de 2009 y el Gobierno de Galicia ese mismo año. Todas las encuestas le colocan a más de 10 puntos de distancia del PP y muchas le auguran unos resultados peores a los cosechados por Almunia en el año 2000 si hoy se celebraran elecciones generales. El propio Zapatero ha apoyado el tripartito y ha sido el impulsor del 'Estatut', eje de su Gobierno. Que las repercusiones de esta derrota son nacionales creemos que es obvio. El propio portavoz del PSC en el Parlament, Miquel Iceta, echó ayer la culpa de la misma a la "crisis económica" que está provocando un giro a la derecha en Europa. De manera que motivos para preocuparse y para pensar que la tendencia es generalizada los tienen de sobra en Ferraz. Sería un error y una irresponsabilidad por su parte que no afrontaran la situación. Pero hay más datos que avalan nuestra teoría:
-El peor resultado de la historia para el PSC coincide con el mejor del PPC, que saca más escaños que nunca (18). El PSOE ganó las elecciones de 2008 principalmente por la gran ventaja que sacó a los populares en Cataluña y, en menor medida, en Andalucía y País Vasco. Que su granero de votos catalán merme de tal manera (la distancia con el PPC ayer no llegó a los 6 puntos, es algo que no se pueden permitir si quieren tener opciones en 2012. Hubo trasvase directo de votos del PSC al PPC, sino no se explica la caida de unos y la subida de otros.
-El PPC sacó más votos que el PSC en municipios como Castelldefels, Sant Cugat del Vallés, Salou, Mont-Roig del Camp o La Senia. En todos ellos el PSC superó al PPC en 2006. La distancia ese año fue de 11; 7; 3; 9; y 14 puntos respectivamente. Se trata de otra evidencia más del trasvase de votos y una circunstancia simbólica muy representativa.
-En las cuatro capitales de provincia, la distancia PSC-PPC se acorta extraordinariamente: en Barcelona pasa de ser de 10 puntos a 3,6; en Tarragona, de 12,5 a 0,1 (solo 69 votos de diferencia); en Lleida, de 12,4 a 1; y en Girona de 15,3 a 5,1. En las ciudades, pues, la merma del PSC y la consiguiente crecida del PPC, es aún más evidente. Ni qué decir tiene que si estos resultados se repiten en las generales, el PSOE tendrá la batalla por La Moncloa más que complicada.
-En la ciudad de Barcelona, la distancia entre CiU y el PSC fue de 18 puntos. Los convergentes casi doblaron en número de votos a los socialistas. Parece cada vez más claro que la alcaldía de Barcelona dejará de ser en mayo de 2011, por primera vez en 30 años, del PSOE. Sería todo un golpe moral, todo un símbolo del cambio de ciclo que ayer comenzó en Cataluña.
3) El batacazo de ERC es uno de los mayores de la democracia. Cosecha más ex-votantes que votantes, se queda en un pírrico 7% de votos y se ve inmerso en una crisis que, de no darle solución cuanto antes, puede suponer la entrada en un círculo vicioso del que quizás no se recupere. El daño que le ha hecho la Solidaritat Catalana de Laporta es inmenso y corre el riesgo de que este nuevo partido (que apenas tiene 4 meses de vida) se consolide y le arrebate definitivamente el grueso del electorado independentista.
4) El Partido Popular de Cataluña cumplió los dos objetivos que tenía marcados para estas elecciones: el prioritario (ser la tercera fuerza del Parlament) y el anhelado (conseguir el mejor resultado de su historia). Ahora aspira a condicionar la política de un Govern que será, de manera inexorable, del todo convergente. No es necesario un pacto estable ahora pero quizá después de las generales CiU y PP sí se sienten a hablar de ello.
5) Es más que probable que CiU vuelva a su tradicional y maquiavélico pragmatismo y aparque momentáneamente sus reivindicaciones soberanistas. Creemos que tratará primero de lanzar el grueso de su programa (fundamentalmente la política económica) y tras las generales de 2012 dé la batalla definitiva por el concierto a la vasca, cuando sepa quién gobierna España.
6) No hay que dejar de señalar el apoyo que ayer obtuvo Plataforma per Catalunya. El partido xenófobo de Josep Anglada estuvo durante la primera hora del escrutinio con 3 diputados. Al final se quedó en el 2,5% de los votos y a las puertas de entrar en el Parlament. El hecho de que 75.000 personas lo votaran debe hacer reflexionar a muchos sobre muchas cosas y, sobre todo, debe hacer tomar medidas que eviten que el electorado vaya abrazando cada vez más posiciones tan radicales.