miércoles, 5 de octubre de 2011

Elecciones 20-N: Tres escenarios posibles

El otro día tuvimos ocasión de departir un rato con uno de los mayores expertos en demoscopia y comunicación política de España, sino el mayor. En la charla salió el tema, como no podía ser de otra manera, de las elecciones generales del 20-N, de lo que creíamos que iba a pasar y de cuál era nuestro pronóstico. El gurú en cuestión planteó tres escenarios como susceptibles de poder darse el día de los comicios. Creemos que es de interés compartir sus tesis con los lectores de La Bitácora:

A- El primer escenario posible es que el Partido Popular de Mariano Rajoy logre más de un 44% de los votos. Ese resultado (que se correspondería con la situación actual) le daría a los populares la mayoría absoluta y el reparto estimado de escaños sería el siguiente: PP, 180; PSOE, 130; CiU, 14; IU, 12; UPyD, 4.

B- La segunda posibilidad sería que la situación se ajustara un poco, el PP descendiera algo en su intención de voto y el PSOE mejorara sus pobres expectativas. El resultado sería el siguiente: PP, 170-174 escaños; PSOE, 140; CiU, 14; IU, 8; UPyD, 4. Esta opción es la elegida por el experto del que hablo. Está convencido que este será el resultado aproximado el 20-N.

C- Un tercer escenario sería el resultante de una bajada importante en las expectativas del PP y una subida considerable del PSOE, algo similar a lo que sucedió en las elecciones de 1996. Si esto se produce el reparto de escaños quedaría: PP, 160; PSOE, 150; CiU, 14; IU, 10; UPyD, 4. En esta situación, Rubalcaba estaría en posición de pelearle la Presidencia del Gobierno a un Mariano Rajoy que necesitaría el apoyo de CiU y probablemente de algún partido más, como UPyD o CC, para poder llegar a La Moncloa.

Nuestra postura está más cercana al primer escenario, creemos que la victoria del PP será contundente y la derrota del PSOE, considerable. Incluso manejamos un cuarto escenario: que los populares ganen aún por más de lo que se prevé y consigan una cifra de escaños cercana a los 190, con un PSOE en torno a los 120 diputados. Es difícil que ocurra pero no creemos que lo sea menos el que la diferencia entre ambos partidos sea de 10 escaños, como pronostica el tercer escenario. Así se lo razonamos al gurú demoscópico, que nos lanzó una apuesta que aceptamos: el resultado final será el segundo; nosotros, apostamos por el primero. ¿Cuál es vuestro pronóstico?

domingo, 2 de octubre de 2011

La 'misión imposible' de Rubalcaba

Este fin de semana se ha celebrado en Madrid el primer gran acto de la campaña electoral de las que serán las undécimas elecciones generales de la democracia. Aunque técnicamente la campaña no empieza hasta 15 días antes de la jornada de votación, la Conferencia Política en la que el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha desgranado el programa con el que concurrirá a los comicios ha sido, en la práctica, el pistoletazo de salida de la carrera hacia La Moncloa.

La Conferencia era la última oportunidad que el ex vicepresidente del Gobierno tenía de despegar, de empezar de una vez por todas a hacer bueno eso que dio en llamarse efecto Rubalcaba cuando el candidato fue proclamado, de empezar a recortar la enorme distancia que el PP de Rajoy le lleva en las encuestas. El cónclave fue diseñado en Ferraz como la lanzadera definitiva del veterano político cántabro, el colofón a una precampaña agotadora en la que Rubalcaba ha viajado por toda España tratando de marcar distancia política con Zapatero, de crear un perfil político diferenciado del Gobierno socialista, de demostrar que tiene ideas y propuestas para sacar a España de la crisis y, sobre todo, de insuflar ánimos en la decaída moral de los militantes y simpatizantes del partido, que ven inevitable la debacle electoral.

Con el paso del tiempo, se ha ido comprobando que lo que se presentaba como un reto de enormes proporciones era en realidad una misión imposible. Rubalcaba no será el próximo presidente del Gobierno, el PSOE perderá las elecciones del 20-N y Mariano Rajoy ocupará la poltrona de La Moncloa desde el próximo mes de diciembre.  Ninguna duda racional cabe ya albergar sobre esto. A 48 días de los comicios, la distancia del PP sobre el PSOE, según la última encuesta publicada, es de 15,6 puntos. La intención de voto de los socialistas se sitúa en un paupérrimo 31,8%, casi tres puntos peor que el registro que ahora es la referencia para Ferraz: el resultado que Joaquín Almunia cosechó en el año 2.000 frente a José María Aznar. Quedar por encima de ese suelo y superar los 125 diputados que el PSOE obtuvo entonces es ahora el objetivo prioritario para Rubalcaba. Y cada vez parece más lejos de conseguirlo.

Rubalcaba rescató a Felipe en el adiós de Zapatero.
Poco interés tiene, pues, desgranar una Conferencia Política que ha quedado descafeinada por la cruda realidad. Lo más reseñable quizá sea que Rubalcaba  ha recurrido a Felipe González para que sea el "agitador agitado"  de su campaña. Seguramente la intervención de quien ha sido el político español más carismático de la democracia sirviera para alentar a las huestes socialistas, pero poco efecto podrá tener entre un electorado que lo que necesita son nuevas ideas y nuevas figuras. Muchos de los desencantados con el PSOE, ni siquiera vivieron la etapa de González como presidente. En cuanto a las propuestas, no hubo ninguna realmente novedosa e impactante. La sobreexposición a la que Rubalcaba se ha sometido desde julio y el goteo de promesas electorales que ha venido haciendo le dejaban poco margen de maniobra. Más allá de los gestos ideológicos (sacar adelante la ley de libertad religiosa, luchar contra el "nacionalismo rancio" del PP, instaurar por ley la paridad en los Consejos de Administración de las empresas y cerrar las centrales nucleares), las ideas de Rubalcaba han consistido en dar un paso atrás respecto a su promesa de reformar el sistema electoral (ya no imitará el modelo alemán, se limita a abogar por un "modelo preferencial"), pedir un pacto nacional sobre el empleo, y subir los impuestos del tabaco y el alcohol. 

El desánimo y el derrotismo impregnan a un partido que en unos meses ha pasado de tenerlo todo a no tener nada. Hay quien dentro del PSOE ya empieza a contemplar seriamente la posibilidad de no obtener ningún escaño en alguna provincia el 20-N, como Zamora o Guadalajara (en futuras entradas abordaremos esta y otras cuestiones).

Es digno de admirar y de elogiar, en todo caso, el esfuerzo titánico de un candidato que aceptó una misión imposible y se está dejando la piel desde hace tres meses por hacerla un poco menos imposible. Inasequible al desaliento, podemos estar seguros de que Rubalcaba plantará batalla hasta el último día. Aunque se sepa sin posibilidades. "No me voy a dejar ganar", fue su última proclama en la Conferencia Política. Veremos si logra evitar la goleada, algo que sin duda, ya tendría un gran mérito.

viernes, 12 de agosto de 2011

Sobre la visita a España de Benedicto XVI

Por una vez y sin que sirva de precedente, voy a dedicar este blog a un artículo enteramente opinativo, dejando a un lado el estilo interpretativo que desde un primer momento ha regido mi modesto trabajo. Voy a extenderme sobre la visita que el Papa Benedicto XVI hará a Madrid la próxima semana y, más concretamente, sobre la actitud beligerante que parte de la sociedad española está teniendo contra la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud.

Lo primero que quiero señalar es que me sorprende la pequeñez de miras y la miseria moral de los que protestan y, en algunos casos, quieren o como mínimo les gustaría, boicotear la visita del Santo Padre. La JMJ son un acontecimiento mundial de primer orden, que llevan al lugar donde se celebran a cientos de miles de personas, que supone que durante esos días el foco de la actualidad mundial recae sobre la ciudad y el país que acogen el evento, que dinamiza económica y socialmente esa región... Es, en definitiva, una gran oportunidad de estar a la altura, de demostrar que se es capaz de organizar un macroevento de esas características (solo a la altura de las grandes competiciones deportivas, como los Juegos Olímpicos o el Mundial de Fútbol), de aprovechar la ocasión para que el mundo entero admire la capacidad de gestionar un acontecimiento así.

Sin embargo, a determinada parte de la sociedad le pueden más las fobias, la ideología y el radicalismo y prefiere aprovechar la oportunidad para hacer gala de unos ideales que en realidad solo son aversión a una religión, la católica, que es la cuna de nuestra civilización y de la cual se declaran seguidores más del 70% de los españoles. Tengo para mí que es este hecho el que más les revienta, que son incapaces de soportar que cientos de miles de personas (¡y encima jóvenes!) dediquen una semana de agosto a ir a ver al Papa, a confesarse en el Parque del Retiro y a rezar en familia. Subyace de este comportamiento un odio anticlerical que se disfraza de veleidades laicistas, reclamando que no se debe dar ninguna facilidad ni ningún apoyo a un evento religioso, puesto que nuestro Estado es aconfesional y su imparcialidad en estos temas ha de ser absoluta. Olvidan que España es un país, si no católico por esa aconfesionalidad que la Constitución reconoce, sí de católicos y, como tal, debe atender y apadrinar la visita de la cabeza visible de la Iglesia, que además es un Jefe de Estado. Pero, como dije antes, esa responsabilidad de tomar parte no debe venir de la realidad católica de nuestra nación, que también, sino por encima de todo de la extraordinaria oportunidad que se nos brinda de acoger un acontecimiento mundial de primer orden.

El argumento que más (y diría que únicamente) emplean quienes se oponen a que se apoye y financie desde los órganos administrativos públicos la JMJ hace referencia al sensible aspecto económico, sabedores como son de que a los españoles todo lo que sea que nos toque el bolsillo nos pone en guardia ipso facto. Arguyen que la visita papal nos supondrá un coste para el erario intolerable, máxime en el contexto de cuasi ruina económica en que España se haya. Una vez que la organización ha demostrado ya que la financiación del evento correrá a cargo de los jóvenes en un 70% y de entidades privadas en otro 30%, las protestas se han orientado hacia las medidas de logística tomadas por las diferentes administraciones, necesarias para que el acontecimiento pueda desarrollarse. Critican que vaya a cerrarse al tráfico el Paseo del Prado y la Gran Vía (muchos de los que protestan por este particular, por cierto, son los mismos que colapsan las principales arterias de Madrid cuando lo creen conveniente para dar a conocer sus opiniones sobre el sistema), contra la oferta de alojamiento hecha para los cientos de miles de peregrinos que requieren de un techo donde cobijarse durante estos días y contra otras medidas, como el descuento que tendrán en el uso del transporte público de la capital. Italia, cuando acogió en otra ocasión la JMJ, ofreció que lo usaran gratuitamente. Es solo un ejemplo.

Imagen de la última JMJ, ceñebrada en Sidney en el año 2008.

Es curioso comprobar la seguridad y la vehemencia con la que reclaman que no se destine dinero público a financiar el evento. "El dinero de todos", suelen decir cuando lo argumentan. Como si los católicos no fueran contribuyentes igual que ellos, como si la manera de invertir el dinero público dependiera de lo que dice una minoría, porque los no católicos en España es lo que son: una minoría. ¿O acaso pretenden que haya unanimidad para aprobar cada partida presupuestaria? ¿Se imaginan lo que eso supondría? ¿Cuántas de las subvenciones que el Gobierno da a partidos políticos, sindicatos y demás organizaciones gozan de un respaldo popular como el que tendría una hipotética financiación de la visita del Papa? Por poner un ejemplo: en España hay una coalición política que no condena los atentados de ETA ni exige su disolución y que controla 123 ayuntamientos, tiene 1.138 concejales, 7 diputados regionales y 45 junteros, además de presidir una Diputación Foral. Echen cuentas a ver la cantidad de "dinero de todos" que se llevan, piensen a qué lo destinan y, finalmente, calculen el apoyo social que esto puede tener. Luego, busquen en Google a ver cuántas veces se han quejado de ello los "indignados", Europa Laica y demás colectivos que ahora que el Papa nos visita se muestran tan puntillosos con la gestión económica. Ruego compartan conmigo los enlaces que yo no he sido capaz de encontrar.

De lo que no se quejan es de los 100 millones de euros que la JMJ dejarán en nuestro país, ni de los 30 que las arcas del Estado recaudarán directamente por la vía del IVA. Solo se quejan de que las empresas que lo financian tendrán un descuento en el Impuesto de Sociedades. Sobre los números del movimiento 15-M todo lo que un servidor conoce es el dineral que costó limpiar la Puerta del Sol tras su acampada en esa plaza, nada he oído de los beneficios que ha podido generarnos su actividad. Si el Estado financia la Expo, los numerosísimos acontecimientos deportivos que cada año se celebran en España, el desfile del Orgullo Gay y tantos otros acontecimientos que no suponen ni una pequeña parte de la rentabilidad que tendrá la JMJ, cómo no va a apoyar (que no financiar, puesto que directamente no se da ni un duro, conviene no olvidarlo), la visita de la cabeza visible de la religión que profesan la inmensa mayoría de españoles, que además supone ser el centro del planeta esos días y que, por si no es poco, dejará unos ingresos millonarios en nuestra maltrecha economía. Cuánta pequeñez de miras, cuánta miseria.

lunes, 11 de julio de 2011

Una crisis "made in Rubalcaba"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha procedido esta mañana a comunicar los cambios en su Ejecutivo, provocados por la renuncia de su hasta hoy Vicepresidente Primero, portavoz y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a continuar compaginando sus labores de Gobierno y su condición de candidato del PSOE a las próximas elecciones generales. No ha habido sorpresas, y la crisis de Gobierno ha sido un mero ajuste para cubrir las vacantes dejadas por Rubalcaba. Se especulaba con la posibilidad de que Zapatero aprovechara para fusionar o eliminar Ministerios, para dar salida a la titular de Cultura, Ángeles González-Sinde (en la diana por el escándalo SGAE) o al de Justicia, Francisco Caamaño, pero al final todo se ha quedado en eso, en meras especulaciones.

Antonio Camacho
No hay mucha "intrahistoria" (por parafrasear al propio Rubalcaba) tras los nuevos nombramientos, todo ha sido "normal" en una crisis que parece más diseñada por el candidato Alfredo que por el presidente Zapatero. En la reunión monclovita que ayer mantuvieron para ultimar los cambios parece que triunfó el punto de vista rubalcabiano. En Interior se coloca al hasta ahora número dos del Ministerio y secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, hombre de total confianza de Rubalcaba. Se ha optado, pues, por el continuismo para hacer frente a grandes asuntos de Estado (política antiterrorista, inmigración...) y dar la cara ante los posibles futuros avances del caso Faisán, por el que está imputado el que fuera Director General de la Policía y la Guardia Civil, Víctor García Hidalgo, y que investiga un presunto delito de colaboración con ETA por parte de funcionarios de Interior.

José Blanco
En la portavocía ha estado el nombramiento mas inesperado: José Blanco, ministro de Fomento, será a partir de hoy quien asuma la representación oficial del Gobierno. Sonaba más Ramón Jáuregui, titular de Presidencia, para este puesto, pero al final el gallego ha sido el elegido. No solo por inesperado sorprende el nombramiento, sino también porque choca que una persona célebre por sus numerosísimos gazapos vaya a ser la encargada de comunicar y explicar la acción de Gobierno. De hecho, cuando Zapatero ha sido preguntado por los motivos que le han llevado a la designación de Blanco, ha respondido que por encima de todo "la confianza" que mantienen el uno con el otro. Sin duda es importante esta circunstancia, pero no está tan claro que sea suficiente para asumir la portavocía del Gobierno. El tiempo dirá si el ministro de Fomento es capaz de hacer frente con soltura y diligencia a su nueva responsabilidad comunicativa.

Por último, se ha eliminado tras la que en teoría debe ser la última crisis de Gobierno de la era Zapatero una de las tres Vicepresidencias, para subir de rango a Elena Salgado (que pasa a ser la número dos del Ejecutivo) y Manuel Chaves (ahora Vicepresidente segundo). El presidente ha eliminado el invento de las tres vicepresidencias con que sorprendió en la primavera de 2009 y renueva la confianza en la titular de Economía (la "protegida" por antonomasia de Rubalcaba) y en el presidente del PSOE.

Todo normal, como vemos. Pocas sorpresas en una crisis sin cabezas cortadas y con el ascenso de Salgado, Blanco y Chaves, tres hombres de partido y de la confianza de Rubalcaba con los que el candidato se asegura continuar influyendo sobremanera en el Consejo de Ministros pero ya sin el lastre que supone la acción de un Gobierno impopular. Tiene Alfredo ahora las manos libres para ser omnipotente en Ferraz, centrarse en la planificación de la campaña y precampaña electoral y en la preparación de esa conferencia política de septiembre en la que se dará forma al programa con el que se presentará a las elecciones de marzo de 2012... o de noviembre de 2011.

lunes, 13 de junio de 2011

¿Habrá elecciones en otoño?

Hoy nos hemos desayunado con la información desvelada por El Mundo y El País de que el PSOE se está preparando para el escenario de un adelanto de las elecciones generales a otoño de este año por parte del presidente del Gobierno. Parece que Zapatero está reconsiderando su postura de aguantar hasta el final, de agotar la legislatura, ante lo difícil de la situación. Su partido se ha llevado hace un mes el mayor batacazo de su historia en unas municipales, su crédito y popularidad están por lo suelos, las expectativas electorales no hacen sino empeorar, el efecto Rubalcaba no ha existido, la soledad del PSOE en el panorama político español es manifiesta, los líderes internacionales ya llaman más a Génova que a La Moncloa... La situación comienza a ser insostenible.

Pero, ¿qué es lo que ha hecho recapacitar a Zapatero? ¿Por qué empieza ahora a plantearse un adelanto electoral cuando hasta hace dos días era impensable que albergara en su cabeza una idea distinta a la de agotar hasta el final la legislatura? Hay dos hechos que creemos han sido claves a la hora de hacer dudar al presidente de qué le conviene más a España, al PSOE y a él mismo en este momento.

El primero es consecuencia directa de la debacle electoral del 22 de mayo. El Partido Socialista salió tocado y hundido de esos comicios y no solo porque perdiera casi todo su poder territorial. Tampoco porque buena parte de él pasara a manos populares. Lo más grave de todo ha sido el aislamiento, la soledad a la que ha sido recluida la formación fundada por Pablo Iglesias. Nadie ha querido asociarse al Partido Socialista tras las elecciones, todos los partidos y líderes se distancian cuanto pueden, evitan pactar con ellos, buscan cualquier alternativa antes de arriesgarse a un contagio del desapego social que sufre el PSOE. Ha sucedido en Cataluña, donde CiU y PP se han acercado y han llegado a acuerdos de gobernabilidad en numerosos sitios. Este entendimiento ha desbancado del poder al PSOE en Barcelona, Badalona, Castelldefels, Mataró, Reus, la Diputación de Barcelona y muchos otros municipios. Además, la alianza tiene todos los visos de mantenerse a medio plazo y ya se da por hecho que el PP apoyará los próximos presupuestos de la Generalitat que preside Artur Mas. No es aventurado ver tras estos movimientos el inicio de una alianza que puede afianzarse tras las próximas elecciones generales.

También en el País Vasco se ha recrudecido el enfrentamiento entre el PSOE y el PNV. La formación que preside Íñigo Urkullu ha preferido acercarse a los abertzales de Bildu que buscar acuerdos con los socialistas. Rechazaron de plano la propuesta que al alimón ofrecieron PSE y PP de unirse para evitar que Bildu gobernara en San Sebastián y en todos los municipios donde no tuviera mayoría absoluta, lo que provocó que los socialistas vascos acusaran al PNV de tener "un pacto encubierto y vergonzante" con los abertzales. La escenificación del mal momento por el que ahora pasan las relaciones entre los nacionalistas vascos y el PSOE la protagonizaba ayer mismo Rubalcaba, cuando responsabilizó al PNV de haber propiciado la llegada al poder de Bildu en muchos sitios. "Podrían haber tenido menos poder institucional si las cosas se hubieran hecho de otra manera", dijo el vicepresidente del Gobierno, apuntando de manera directa al partido de Urkullu.

Desde Izquierda Unida también se ha acentuado el distanciamiento con el PSOE, colaborando en su desalojo del poder de muchos ayuntamientos y llegando a pactar con el PP en 60 de ellos (45 de los cuales tendrán alcalde popular y 15 de la coalición de izquierdas). IU tiene la llave del poder en Extremadura y aún es una incógnita qué hará. El socialista Fernández Vara necesita los votos de los tres diputados de Izquierda Unida para continuar presidiendo la comunidad pero no está nada claro que vaya a contar con su apoyo.

La nominación de Rubalcaba como candidato no ha tenido efecto entre el electorado | S. Sáez

El segundo hecho al que hacíamos referencia como elemento de juicio que ha podido hacer recapacitar al presidente Zapatero es el nulo efecto que entre el electorado ha tenido la nominación de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato a las próximas elecciones generales. A falta de que lo proclamen oficialmente, la ciudadanía ya sabe que el actual vicepresidente será el cabeza de cartel del PSOE y no parece haberse inmutado por ello. Todas las encuestas publicadas tras conocerse la noticia vaticinan una debacle similar o mayor para los socialistas que la que le aventuraban antes de saber quién sería su candidato. Sin duda, lo poco democrático de la designación ha influido negativamente. Sea como fuere, lo cierto es que Zapatero y el PSOE contaban con que el efecto Rubalcaba les hiciera levantar algo el vuelo y les dejara con posibilidades de remontar en la precampaña y la campaña. Toda vez que el efecto, si lo hay, es negativo, no parece tener sentido tampoco agotar la legislatura por esto.

Así que la situación se ha agravado aún más y la posibilidad de que haya elecciones en otoño empieza a vislumbrarse como algo más que posible. Antes del parón veraniego, el Gobierno afrontará dos votaciones clave en las Cortes que, de perderlas, podrían darle la puntilla definitiva. Una es la de la fijación del techo de gasto, primer paso de los Presupuestos Generales; la otra, la convalidación del recientemente aprobado decreto que reforma la negociación colectiva. Para ninguna de ellas tiene asegurado apoyos suficientes. Solo PNV o CiU pueden salvarlas y ya vemos cómo están ahora las relaciones con ambos partidos. Hoy mismo el presidente peneuvista, Íñigo Urkullu, ha afirmado que en su partido "trabajan" con el "escenario realista" de que habrá elecciones en noviembre. Por si fuera poco, desde Europa continúan apremiando al Ejecutivo para que continúe con las reformas y ya le recomendaron la semana pasada una subida de impuestos. Ni qué decir tiene cuál sería el efecto que tendría entre el electorado la adopción de más medidas impopulares. La sensación general es la de que cuanto más tiempo pase, cuanto más tarde sean las elecciones, peor le irá al PSOE...

lunes, 6 de junio de 2011

El último error de Zapatero

Con todo en contra, con la inmensa mayoría de los españoles desaprobando su gestión, con la aseveración de más la mitad de los que un día le votaron de que no volverán a optar por el PSOE en las próximas generales, con su rival Rajoy mejor valorado que él en las encuestas, con el Partido Popular a más de 15 puntos de distancia en intención de voto... A José Luis Rodríguez Zapatero las cosas no le podían ir peor al encarar el último año de su segunda legislatura. Su situación no parecía susceptible de empeorar. El batacazo en las autonómicas y municipales se daba por hecho, la toma de nuevas medidas de recorte impopulares y el avance en el proceso de reformas se vislumbraba como la única manera de evitar el rescate económico de España, y la incógnita de quién sería el candidato socialista en 2012 era la otra gran preocupación del, además de presidente del Gobierno, secretario general del PSOE.

Desde mayo de 2010, Zapatero ha renunciado a sus principios y ha emprendido el camino que la Unión Europea, Estados Unidos y los mercados le han venido imponiendo. El día en que anunció el primero de los dos paquetes de medidas de recorte en gasto social para evitar la quiebra y cambió Rodiezmo por Wall Street; el día en que la palabra spreed pasó de no estar en su vocabulario a ser la principal de sus preocupaciones; el día que dio portazo a su ideario, renegó definitivamente de sus convicciones y comenzó a desarrollar un programa en el que no cree; el día en que se alejó para siempre de la base social que le había llevado a La Moncloa... ese día Zapatero se quedó con una sola idea en la cabeza: la de inmolarse por su partido y su país, la de hacer de la recta final de su mandato un epílogo que lo retratara como sensato y responsable estadista, cuya altura de miras salvó a España del desastre. Él entonces ya tenía decidido no repetir como candidato y pensó que valía la pena la adopción de medidas y reformas impopulares que estaba seguro mejorarían la situación económica y cuya responsabilidad asumiría él plenamente, liberando a quien quiera que fuese su sucesor. Así maquillaría su empecinamiento en no reconocer la magnitud de la crisis, los "brotes verdes" y tantos y tantos errores a la par que evitaba que todo ello supusiera un lastre para el que viniera después.

Un sucesor cuyo liderazgo Zapatero imaginaba legitimado por el voto de las bases, elegido libremente por los militantes socialistas, como ya pasara con él en el XXXV Congreso. Así aseguró que se haría el mismo 2 de abril, el día que anunció que no se presentaba, cuando reclamó para el proceso de primarias que se abriría "pleno respeto y actitud leal con los tiempos; pleno respeto y actitud leal con el hecho mismo de la concurrencia de una diversidad de candidaturas, si se produce, y pleno respeto y actitud leal, por supuesto, con los resultados". Ya hemos visto que los hechos han quedado muy lejos de suceder así, de suceder como Zapatero quería, acorde con su ideario de "democracia bonita". Rubalcaba impuso su candidatura por la fuerza, no quiso someterse a unas primarias que podían privarle del poder y llevó a cabo un golpe que defenestró a Carme Chacón, la otra aspirante. Zapatero asistió como espectador de lujo a la maniobra del veterano político cántabro y acabó colaborando con él, una vez visto que los "rubalcabianos" iban muy en serio y amenazaban incluso con liquidar al propio presidente y secretario general, con tal de evitar las primarias e imponer a Rubalcaba. Entonces le recomendó a la catalana, la sucesora natural del zapaterismo, que se hiciera a un lado, que esperara a mejor momento para intentarlo. Y ella sucumbió, aunque no sin antes dejar claro que le habían apartado del camino contra su voluntad, con esa inaudita rueda de prensa en la que anunció su no presentación, denunciando el golpe dado por Rubalcaba: “En los últimos días hemos asistido a una escalada que ponía en riesgo la unidad del partido, la autoridad del presidente del Gobierno y secretario general, nuestra imagen como partido e incluso la estabilidad del Gobierno”.



Zapatero cometió su último error al renunciar también a esa sucesión que tenía diseñada en su cabeza, al aceptar la posición de su todopoderoso vicepresidente, quien ya manda más que él mismo. Tras haberle dado vicepresidencia primera, portavocía e Interior en la última crisis de Gobierno, el poder de Rubalcaba ha ido creciendo hasta oscurecer el del presidente y secretario general, cuya autoridad quedó definitivamente mermada el día que anunció que no se presentaría y que recibió el golpe definitivo tras la debacle electoral del 22 de mayo. A Zapatero las cosas ya se le habían ido de las manos, comprendió que la única manera de agotar la legislatura era nominando a Rubalcaba como candidato y no dudó en renunciar una vez más a sus ideas. Quizá se creyera que con el cántabro en el cartel las expectativas mejoraban, que el imposibilitar unas primarias puras evitaba una guerra interna por el poder y que realmente lo mejor para los intereses del PSOE era concurrir a las generales con Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato.

Nosotros creemos que no, que la distancia ya es insalvable y que nada ni nadie podrá evitar la derrota socialista en 2012. El cambio de ciclo iniciado el 22 de mayo se consolidará definitivamente en las generales y el PSOE a lo máximo a lo que aspira es a una derrota digna que no le deje sin posibilidades también para 2016. No estamos seguros de que Rubalcaba, nueve años mayor que el hombre al que va a suceder, pueda garantizar eso más que Carme Chacón y mucho menos que lo pueda hacer tras lo oscuro de su nominación. Toda España ha visto la evidencia de la maniobra, las malas artes empleadas para eliminar a su adversaria y quedarse con el poder. El 71% cree que la elección del cántabro ha sido fruto de un "dedazo". Ayer mismo Sigma Dos, en una encuesta publicada por El Mundo, y Metroscopia, en otra en El País, coincidían en sus resultados y daban al PP 13,8 puntos de ventaja sobre el PSOE, dejando en nada el "efecto Rubalcaba". Hoy es La Razón quien lleva en sus páginas otra encuesta nefasta para los intereses de los socialistas: NC Report eleva hasta los 15,7 puntos la ventaja popular.

Zapatero tenía la posibilidad de al menos maquillar su final con una sucesión limpia y democrática, coherente con los principios que un día pareció tener. Pero también a eso renunció. Igual que cambió a los sindicatos por los mercados, a sus compañeros de la Nueva Vía por la vieja guardia felipista y el pacifismo por el belicismo, dejó a un lado la "democracia bonita" para colocar al incombustible Rubalcaba al frente del timón. Cuando el daño ya está hecho y la tendencia es inexorable, bien podía haberse mantenido firme y al menos apostar por una honrosa sucesión, a la altura del ideario que se le presuponía.

lunes, 23 de mayo de 2011

Conclusiones Elecciones 2011 (I): ...Y la derrota fue total

Desastroso, funesto, calamitoso, catastrófico... Podemos ponerle todos los adjetivos que queramos al resultado cosechado ayer por el PSOE y, aún así, nos quedaríamos cortos. Jamás se había visto nada igual. Las elecciones autonómicas y municipales se saldaron con una victoria rotunda y absoluta del Partido Popular y, sobre todo, con un severo correctivo para el Partido Socialista, que se hundió más aún de lo que las encuestas predecían, obteniendo un ínfimo 27,79% de los votos globales. No hace falta decir que es la peor cosecha del partido en democracia, incluyendo las elecciones generales. En las de 1977, las primeras que ganó Adolfo Suárez, obtuvo el respaldo del 29,32% de los electores. Hasta ahí hay que remontarse para encontrar el segundo peor dato del PSOE en unos comicios.

José Luis Rodríguez Zapatero fue para su partido capaz de lo mejor (desbancar al PP de los cinco millones de puestos de trabajo creados, el que logró meter a España en el euro) y ahora lo es de lo peor: llevarle a la mayor debacle electoral de su historia reciente. Y es que a nadie se le escapa que en su persona se centra gran parte de la culpa de este fiasco. Durante años fue haciendo su marca personal más importante que la del partido, su figura creció hasta el punto de que ya no era Zapatero del PSOE, sino que el PSOE era de Zapatero. El progresivo derrumbe que su credibilidad ha venido sufriendo con la gestión de la crisis económica ha arrastrado al partido y lo ha hundido en un pozo del que le costará mucho salir. De nada sirvió que el pasado 2 de abril anunciara su retirada. El presente y el futuro del Partido Socialista es ciertamente desolador.

Rodríguez Zapatero y el PSOE vivieron ayer su peor noche electoral | adn.es
En ninguna de las 13 autonomías que ayer celebraron elecciones consiguió el PSOE ser la fuerza más votada. Tampoco en Ceuta ni en Melilla. De las cinco comunidades que gobernaba tan solo podrá conservar Extremadura (y pactando con Izquierda Unida). Desalojado en noviembre de la Generalitat catalana, la lehendakaritza vasca y Andalucía quedan como los últimos bastiones del socialismo. El futuro en ambas regiones también pinta negro para el partido fundado por Pablo Iglesias, que ve como caen uno a uno todos los barones autonómicos. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, es el último mohicano de la estirpe. Su figura, la única que el tsunami electoral deja en pie, crece tras los comicios.

Especialmente dura fue la derrota en Sevilla, la cuna de Felipe González, Alfonso Guerra y Manuel Chaves. El PP sacó 20 puntos de ventaja al PSOE y se adjudicó 20 de las 33 concejalías. Este resultado y el de Castilla-La Mancha son la escenificación del resultado. También la número dos del PP, Dolores de Cospedal, derrotó a Barreda en la batalla clave de las elecciones. Su victoria es la de Rajoy, que apostó fuerte por esta comunidad y que colocó allí a su principal valuarte. La ola de cambio inundó España entera: el PP fue el partido más votado en 41 de las 52 capitales de provincia, mientras el PSOE solo venció en 5. El dato es tremendo. De los 23 ayuntamientos capitalinos que controlaba, solo podrá seguir haciéndolo en 9. Decíamos en la previa de la campaña que una victoria por 6-8 puntos del PP y un vuelco significativo en las ciudades (conseguir 29-30 ayuntamientos) sería una victoria total. El resultado fue mucho más contundente. Se alcanzaron cotas inimaginables.

La plana mayor del PP celebra la victoria anoche en el balcón de Génova 13 | elmundo.es
El PP obtuvo ayer 550 mil votos más que en 2007, unas elecciones que, hay que recordar, ya ganó. Con un 37,54% de los votos, batió su mejor marca en unos comicios municipales, fijada precisamente hace 4 años. Solo el PSOE de Felipe González en 1991 (38,34%) y en 1983 (43,7%) quedan por encima de esa marca. Los populares gobernarán en solitario en 33 de las 52 capitales de provincia españolas, cuando hasta ayer solo 22 tenían alcaldes del PP. Además, se tiñen de azul las autonomías de Baleares, Cantabria, Aragón (donde Luisa Fernanda Rudí necesitará el apoyo del PAR), la mencionada Castilla-La Mancha y, por primera vez, Canarias (aquí los pactos serán clave, cualquiera puede gobernar). También se consolidan, más aún, los feudos populares de Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla y León, La Rioja. Cómo estarán las cosas que lo peor para el partido de Rajoy será tener que pasar por el aro de investir a Cascos presidente de Asturias.

El resultado de ayer es la antesala de lo que sucederá en 2012. Ya es prácticamente imposible un escenario que no sea una gran victoria del PP en las próximas generales. Incluso la mayoría absoluta de Rajoy se empieza a atisbar ya como inexorable. El PSOE ayer se la jugaba, debía salvar los muebles mínimamente, lograr una derrota digna para afrontar las primarias en una situación menos mala. Ahora ya la lucha fratricida entre Rubalcaba y Chacón será un hándicap más para un partido que se encamina hacia la refundación. La campaña se desarrolló como al PP más le interesaba, en clave nacional, ante la incapacidad del PSOE para evitarlo, para colocar cualquier mensaje. No se explotó el apoyo de Rajoy al imputado Camps, por ejemplo. Por último, las protestas del movimiento 15-M acabaron por sentenciar al PSOE, poniendo en primer plano el descontento social, afianzando a los desencantados de Zapatero, creando un grave problema que gestionar al Gobierno y enterrando el debate local. Todo le salió mal al PSOE; todo le vino rodado al PP. La cara y la cruz del panorama político actual.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Elecciones 2011: ¿Por qué votar al Partido Popular el próximo 22M? 'El cambio es posible'

Firma invitada: Ignacio de Saavedra (Secretario Ejecutivo del PP del Distrito de Salamanca (Madrid) y columnista en varios medios; @nachodesaavedra)

Es empresa difícil tratar de aportar, en apenas un artículo de dos folios, todos los motivos por los que se hace más necesario que nunca votar al Partido Popular en las próximas elecciones del día 22 de mayo. El Gobierno del PSOE ha llevado a España a una encrucijada tan compleja durante los últimos siete años, que sobran motivos para hacerlo. Y es que, en vez de solucionar los problemas que pudieran haber surgido durante sus dos mandatos, el PSOE ha sido quien los ha creado reiteradamente, hasta situarnos en uno de los momentos más sensibles de nuestra historia, ante el grandísimo reto de superar no sólo una profunda crisis económica, sino también otras tres crisis profundas que complican significativamente la anterior: institucional, nacional y de valores. Explicar, por lo tanto, los últimos años del Gobierno socialista no es sólo redactar también la crónica de una nación castigada, sino dar a comprender que estas elecciones municipales y autonómicas tienen, ahora más que nunca, un significado crucial en clave nacional.

Desde el año 2004, los Gobiernos del PSOE han tratado de socavar la institución familiar, la unidad nacional, el sistema educativo, las libertades individuales, el Estado de Derecho, la historia de España y la libertad religiosa. Para ello, han emprendido sin pausa continuas reformas legislativas, muchas veces en pactos con los partidos extremistas y nacionalistas, que han afectado a la misma esencia de nuestra nación, llegando hasta el punto de traspasar los márgenes constitucionales en su camino hacia la deconstrucción de España. En este sendero alocado, los Gobiernos de Rodríguez Zapatero no se han detenido ni aun cuando, como decía arriba, nos han conducido a cuatro profundas crisis que afectan a los pilares mismos de España, en una deriva cada vez más ineficiente, anti-igualitaria, liberticida y antinacional. Explicar estas cuatro crisis brevemente es, por tanto, la mejor manera de redundar en la idea del significado crucial en clave nacional que tienen estas elecciones municipales y autonómicas.



LA ESPAÑA SOCIALISTA Y LAS CUATRO GRANDES CRISIS

Vaya por anticipado que fue Santiago Abascal, en su conferencia titulada “La España por venir… tras la crisis general española”, impartida en el Executive Forum España el 1 de diciembre de 2009, quien enunció por vez primera, o al menos en voz alta y sin ambages, la realidad de la “crisis general” que a continuación expongo. En estos dos años desde entonces, su teoría ha cobrado más fuerza si cabe e incluso se han visto superadas sus dimensiones por la realidad del tiempo.

En primer término, la crisis económica, que se podría haber atajado antes si no se hubiese negado por el Gobierno del PSOE durante meses eternos, ha dejado en la cuneta del desempleo a millones de trabajadores y miles de empresas. Sus consecuencias, como explicarían mejor expertos en economía, van más allá de esto último y afectan también al modelo económico y productivo de España. En este sentido, los Gobiernos de Rodríguez Zapatero, sin rumbo y con ideas improvisadas y en dirección errónea (aumento del gasto público y del intervencionismo, falta de rigor, descontrol de la deuda y del déficit), han situado a España a la cabeza de parados de Europa y, en cambio, a la cola en bienestar y prosperidad. Las políticas socialistas, como ha quedado demostrado a lo largo de la historia, y concretamente en estos años, han fracasado estrepitosamente. Buen ejemplo de ello es que los países que han confiado en gobiernos liberales y conservadores, defensores de la libertad económica, han salido con mayores facilidades de la crisis internacional.

En segundo término, la crisis institucional, que afecta severamente a casi la totalidad de las instituciones del Estado, convirtiéndolas en poco útiles o, lo que resulta mucho más grave, en aparatos útiles para el PSOE. Su degradación ha sido impulsada, en muy buena parte, por unos Gobiernos socialistas que las han utilizado a su antojo, mediante la intervención directa o las presiones manifiestas, para conseguir sus fines, tales como la persecución de la oposición política, la aprobación de sentencias judiciales favorables o los pactos antinacionales en el Congreso de los Diputados o en los parlamentos autonómicos. ¿Quién puede olvidar a estas alturas la aprobación del inconstitucional Estatuto de Cataluña o la permisividad con los terroristas de ETA? Ante esto, la desconfianza de la sociedad hacia nuestras instituciones es palpable y, en muy buena medida, los Gobiernos de Rodríguez Zapatero son culpables de ello.

En tercer término, la crisis nacional, que es justamente la que más me preocupa por ir contra la esencia misma de la nación española. Y es que el PSOE ha avalado y emprendido ingentes reformas destinadas a la negación de la existencia de España como nación y, por lo tanto, a la destrucción formal de la misma. Rodríguez Zapatero, el mismo que afirmó sin ruborizarse que “nación es un concepto discutido y discutible”, se llevará tras su marcha el vergonzante galardón de haber sido el inductor de desgarrar la Constitución de 1978. Y es que el proyecto de Zapatero camina en paralelo al de los secesionistas. Sólo de esta manera se entienden sus constantes pactos de Gobierno con ellos en cada rincón de España, así como que las “franquicias” del PSOE en diversas comunidades autónomas hayan sido también las inductoras de iniciativas como los referendos secesionistas, la obligación de rotular los comercios en catalán o el destierro del español a los trasteros de la vida pública.

Por último, la crisis moral y de valores, que parece haber llevado a la sociedad española a un callejón sin salida, absolutamente hastiada por las intromisiones de los Gobiernos socialistas en parcelas en las que el poder político jamás debería poner sus manos. Y es que durante los últimos años, en un proyecto ambicioso por trastocar los valores de la sociedad, reducir nuestras libertades y adoctrinar a los más pequeños, los Gobiernos socialistas han pretendido imponer unos determinados valores morales e incluso han perseguido a aquellos que no les beneficiaban en su carrera alocada contra la institución familiar, el sistema educativo, las libertades individuales, la historia de España y la libertad religiosa. ¿Cómo revertir ahora el adoctrinamiento de Educación para la Ciudadanía o el punto de mira en el que ha puesto a la religión católica? ¿Cómo revertir el inmenso daño que ha hecho a la historia de España, con manipulaciones flagrantes y medidas legislativas encaminadas a borrar una parte de nuestro pasado?

EL CAMBIO ES POSIBLE

A pesar de tanto daño hecho en tan poco tiempo, el cambio todavía es posible en España. Decía al comienzo que las próximas elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo tienen un significado crucial en clave nacional, y es que lo explicado anteriormente demuestra que la encrucijada a la que nos han llevado los Gobiernos del PSOE es de una gravedad absoluta. La única salida a este atolladero económico, institucional, nacional y moral es la necesidad de emprender reformas que vengan de la mano de un Gobierno serio, con sentido de Estado y que devuelva la estabilidad general a una España patas arriba. Es necesario, por lo tanto, que el socialismo tome únicamente la puerta de la convocatoria de elecciones generales anticipadas, porque España no puede resistir por más tiempo el abandono al que está sometida por quien debería gobernar pensando en el beneficio de todos y no sólo en el suyo propio. Y a esa puerta hay que empujarles con su derrota inmediata en las urnas, con la victoria del Partido Popular allí donde todavía no gobierna y, por supuesto, allí donde sí lo hace. Más tiempo con este Gobierno es, sin lugar a la más mínima duda, enterrarnos definitivamente en el fango. El cambio es posible, sí, porque la nación española lo pide a gritos.

lunes, 16 de mayo de 2011

Elecciones 2011: ¿Por qué votar al PSOE el próximo 22-M? 'Nos jugamos mucho'

Firma invitada: Isidro Barqueros (secretario general de Juventudes Socialistas-Vallecas; @isidrobarqueros)

El próximo 22 de mayo hay elecciones municipales y autonómicas, unas elecciones en las que nos jugamos mucho todos los españoles. Nos jugamos modelos de gobierno casi antagónicos (a la memoria me vienen las palabras de Rajoy en las que decía que iba a copiar a Cameron), dos modelos de gobierno que nos van a llevar a salir de la crisis pero a costes muy diferentes. El modelo del Partido Popular es el modelo del recorte del Estado del Bienestar, el modelo del recorte de las prestaciones públicas, el modelo del recorte de las libertades en las instituciones… y el modelo del recorte de impuestos, por qué no decirlo.

Nuestra apuesta, la de los socialistas, es salir de la crisis tocando lo menos posible las estructuras de bienestar que tantos años nos ha costado conseguir. Nuestra sanidad, el sistema educativo, el sistema de protección al desempleo, las pensiones, el sistema de dependencia… son tantas las estructuras básicas del Estado del Bienestar de las que nos beneficiamos directa o indirectamente que no atisbamos siquiera a discernir cómo sería nuestra vida sin ellas.

Unas estructuras que, no me cabe duda, sufrirían importantes recortes si gobierna el Partido Popular. Madrid, una comunidad que gobierna el PP con una inapelable mayoría absoluta desde 1995, ha sido y es el laboratorio de sus políticas más neoliberales. Unas políticas que son su modelo más o menos oculto.

En Madrid, el porcentaje de alumnos escolarizados en centros públicos es del 54%, 20 puntos menos que la media nacional. ¿Por qué? Por el deterioro sistemático que desde la administración del PP se ha sometido al sistema público educativo y por su apuesta por el modelo privado-concertado. Frente a esto los socialistas apostamos por una educación pública excelente, no para los mejores como pretende el PP con su “bachillerato de excelencia”, sino para todos.

Educación pública excelente, y ascensores sociales como becas, unas becas en serio peligro si el día 22 apostamos por el PP. Lo dicen por activa y por pasiva, su modelo es Cameron. Y Cameron en el Reino Unido ha recortado becas y triplicado las tasas universitarias. ¿De verdad queremos eso en nuestro país?

Apostamos por unas ciudades en las que la movilidad sea sostenible y segura, primando el transporte público y medios no contaminantes como la bicicleta y el coche eléctrico. No es tan importante llevar el metro y las autopistas al último pueblo de este país sino que la gente se pueda permitir usar unas infraestructuras que son claves para nuestro desarrollo. Madrid es la ciudad con más kilómetros de metro es España, pero a su vez es la ciudad que más penaliza al usuario habitual del transporte público, con un billete de 10 viajes cuyo ahorro supone apenas 7 céntimos frente a comprar el billete sencillo. Una política impulsada por el PP que va en  sentido contrario a la que se realiza en cualquier otra parte del mundo.

Apostamos por una sanidad pública de calidad, al alcance de todos. Nos ha costado muchos años y muchos esfuerzos conseguir un sistema sanitario referente a nivel internacional. Un sistema sanitario en el que cualquiera puede acceder a cualquier prestación con su sola cotización a la seguridad social. Una sanidad pública en peligro cuando la toca el Partido Popular. Madrid, una comunidad que Esperanza Aguirre ha llenado de hospitales semi-publicos, es la que menos médicos, camas y personal sanitario tiene per cápita de todo el país. Ese es el modelo del PP, el modelo que planea extender a todas las comunidades autónomas.

Apostamos por el desarrollo íntegro de la ley de dependencia. El modelo impulsado por la ley de dependencia es el modelo de la creación de empleo y de la dignificación de la calidad de vida de nuestros mayores. Empleo estable, en un sector de gran proyección, con la dotación de más plazas para mayores en centros de día, residencias y en la ayuda a domicilio. Un empleo absolutamente necesario en tiempos de crisis y que es una de las más claras salidas a la situación de altos índices de paro actuales. Frente a esto, el PP apuesta por el modelo del cheque, un modelo que como hemos visto en Madrid en lugar de generar empleo en el sector de la dependencia lo destruye.



Apostamos por unas políticas activas de empleo de calidad, orientadas a la formación, con las que consigamos un cambio en el modelo productivo. Frente a los más de 700 euros que destina por parado y año el gobierno de Zapatero a políticas activas de empleo el PP más radical, encarnado en el gobierno de Aguirre, destina 69 euros. Sesenta y nueve euros por parado y año, cuando la competencia en políticas activas de empleo es de las comunidades autónomas. En ese sentido, queda claro que los socialistas hacemos bien los deberes, con los más de 1.300 euros por parado y año que invierte en esta misma partida la Junta de Extremadura.

Apostamos por la protección de todos en estos momentos de crisis, por que nadie se quede descolgado. Ejemplo de esto es el enorme gasto en protección por desempleo que desde el Gobierno de España se ha realizado a raíz del inicio de la crisis. Un gasto vital para evitar mandar a la indigencia a miles de familias y un gasto que, como socialistas, avalamos y apoyamos. Frente a esto, el modelo del PP es el modelo del recorte, el modelo de Cameron. Lo hemos visto en Inglaterra donde si renuncias a una oferta de trabajo, independientemente de su ubicación, perfil o salario, pierdes 3 meses de subsidio. Un decretazo como el que intentó Aznar en 2002.

Entre estas dos apuestas, entre estos dos modelos, elegimos el 22 de mayo. Por todo aquí dicho, si apuestas por el mantenimiento, la mejora y el impulso de los cuatro pilares del estado del bienestar (sanidad, educación, protección social y dependencia) y crees en la igualdad como valor básico para contribuir a la mejora social, te pido el voto para las y los candidatos socialistas en estas elecciones.

sábado, 14 de mayo de 2011

Elecciones 2011: ¿Por qué votar a Izquierda Unida el próximo 22-M? 'Decálogo de razones'

Un artículo del jurista Carlos Jiménez Villarejo, publicado en Rebelión y rescatado y adaptado por Raúl S. N. para este 'Especial Elecciones'.

Ante el panorama de una campaña electoral con más espectáculo que ideología y una excesiva demagogia, centrada en "a ver quién da más", resulta indispensable apoyar a quienes ofrecen una auténtica política de izquierdas, acreditada en la anterior legislatura (2004-2008), para construir una sociedad más igualitaria y más justa frente a los poderosos. La coalición que encabeza Cayo Lara ya ha contribuido decisivamente en el proceso de construcción del Estado del Bienestar y, ahora, debe ser apoyada para aumentar el peso de la izquierda en el reparto de poder de las administraciones. Hay muchas razones para prestarle el apoyo que necesitan, para votarles. Hay muchas razones, entre las que están las siguientes.

1.-Es la única formación política que plantea "una reforma fiscal para mejorar la progresividad y la equidad del sistema fiscal", es decir, un sistema de impuestos capaz de generar más riqueza para realizar una más justa redistribución de la misma entre las clases más desfavorecidas. Es la única propuesta admisible cuando se sabe que el 86% de las grandes fortunas españolas, con un patrimonio superior a las 10 millones de euros, no declara el Impuesto sobre el Patrimonio .O cuando se sabe, lo saben el PP y el PSOE, que en los últimos diez años muchas empresas españolas han deslocalizado capitales hacia paraísos fiscales, europeos y en las Islas Caimán, por más de 6.000 millones de euros. IU solo plantea que el Gobierno practique la política del Gobierno alemán, que ha decidido "apretar los tornillos" a los paraísos fiscales europeos para contener el fraude de las grandes fortunas de aquel país. Sobre todo, en un país como el nuestro, donde el fraude fiscal representa el 23% del PIB.

2.- Los parlamentarios de IU-ICV han actuado eficazmente para garantizar la transparencia de los partidos políticos en su sistema de financiación. La Ley de Financiación le debe mucho a esta coalición política. Para suprimir las donaciones anónimas, fuente de sumisión de los partidos a los poderes fácticos. Para aumentar la transparencia en la relación de los partidos con las entidades de crédito. Particularmente, ante operaciones financieras irregulares, como la condonación de intereses -una forma encubierta de donación prohibida-, de la que se han beneficiado indebidamente el PSC-siete millones de euros- y Esquerra -dos millones setecientos mil- .

3.- Asimismo defendió, contra el criterio del PP y del PSOE, que, como viene exigiendo el Consejo de Europa, las formas más graves de financiación irregular de los partidos se consideren delictivas como factor de prevención y de represión de la utilización de la política como medio de enriquecimiento personal o de los propios partidos.

4.-En aras de una efectiva ética en la actividad pública, IU ha defendido y exigido, aunque sin éxito por falta de apoyos parlamentarios, que los Altos Cargos de la Administración Central desde que cesen en sus cargos dejen de percibir el 80% de sus anteriores retribuciones, que además son compatibles con las que perciban en cualquier actividad privada o pública posterior. El pago de dichas retribuciones representó al erario público, cuando cesó el Gobierno del PP, un coste de 2.940.341 euros. Una verdadera inmoralidad contra la que levantó la voz Llamazares y su Grupo.

5.- IU es un ejemplo de actividad política entendida como servicio a los intereses generales. Por ello, cuando se descubrió el mayor fraude fiscal de nuestra historia, el atribuido al Banco de Santander por un importe aproximado de 84 millones de euros, ejerció la acción popular y acusó a E. Botín. Solo el concierto de fiscales y tribunales, con una posición tan infundada como improcedente, ha hecho posible lo insólito, que ni siquiera se celebre el juicio contra los acusados que, por tanto, no han quedado exculpados.

6.- Ante la corrupción urbanística, expresada de forma palmaria en el Informe del Parlamento europeo sobre el "enladrillado" del litoral mediterráneo, IU reclamó en el Congreso de Diputados (5-5-2006) reformas legales sobre la planificación urbanística, mayor control ciudadano sobre dicha actividad pública, garantías de sostenibilidad en el desarrollo urbano y respuestas eficaces ante las demandas y necesidades de los ciudadanos. Así consiguió importantes avances en la Ley del Suelo y en actualización y modernización del régimen de incompatibilidades de alcaldes y concejales, así como en lo relativo al control sobre sus bienes. Hizo frente de forma abierta y eficaz al "urbanismo basura" para contener y evitar la colusión de concejales e intereses inmobiliarios.

7.- Coherentemente con su firme posición contra la corrupción, ha planteado en el Congreso la aplicación inmediata de la Convención de NNUU contra la corrupción (2003), proponiendo reformas para hacer más eficaz la lucha contra esa amenaza para la democracia, tanto en la investigación criminal como en la sanción de conductas que ya los Gobiernos anteriores debían haber llevado a cabo, como considerar delictivo el "enriquecimiento ilícito" de los servidores públicos. Además de ampliar los plazos para declarar prescritos esta clase de delitos, los de corrupción y fraude fiscal, para evitar situaciones como la Sentencia del Tribunal Constitucional sobre los "Albertos" dejando sin efecto la condena penal que le había sido impuesta, que solo puede incrementar aún mas la desconfianza respecto de los tribunales y la desmoralización cívica.

El líder de IU, Cayo Lara
8.- Como aplicación de una política fundada en la igualdad ante la ley y la no-discriminación, la coalición que lidera Cayo Lara ha procurado constantemente ante el Gobierno, mediante continuas preguntas e interpelaciones, garantizar los derechos de los inmigrantes contra cualquier forma de discriminación y de xenofobia, ha exigido políticas presididas por el principio de igualdad de trato, particularmente en las relaciones laborales, ha denunciado las expulsiones en frontera sin ninguna formalidad, ha denunciado las condiciones y la propia existencia de los Centros de Internamientos de Extranjeros y, entre otras muchas iniciativas, ha reclamado el derecho al voto de los mismos, como en otros países europeos. Ha sido un ejemplo de política de respeto y de integración hacia quienes ya representan el 10,3 % de los cotizantes a la Seguridad Social.

9.- IU ha denunciado vigorosamente los Acuerdos con el Vaticano exigiendo que el Gobierno supere sus complacencias con la jerarquía católica para construir un Estado laico. El Acuerdo vigente, de 1976, afirma que el Estado español reconoce (haciendo referencia a la Ley franquista de libertad religiosa de 1967, derogada en 1980) que "debe haber normas adecuadas al hecho de que la mayoría del pueblo español profesa la religión católica", afirmación radicalmente incompatible con el planteamiento constitucional. Y los Acuerdos de 1979 sobre enseñanza se firmaron cuando la Constitución acababa de entrar en vigor, pero se negociaron bajo la presión de una jerarquía ávida de conservar sus privilegios antes de que aquella fuera aprobada. La jerarquía está violando sistemáticamente la Ley de libertad religiosa en cuanto presiona y coacciona a colectivos sociales a los que no admite en la plenitud de sus derechos.

10.- Finalmente, hay otra buena razón para votar IU, el papel que ha jugado en la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica .Sencillamente, sin IU hoy no habría Ley o sería manifiestamente inaceptable. Gracias a Izquierda Unida, la Ley condena el franquismo, lo declara ilegal e ilegítimo y, por tanto, causante de gravísimas violaciones de los derechos humanos; declara que sus Tribunales, procesos y condenas eran contrarios a los principios de un juicio justo; y así , sucesivamente, hasta constituir la herramienta legal que cierra el proceso de la transición, consuma la ruptura y abre nuevas perspectivas a todos los ciudadanos y organizaciones cívicas para reclamar derechos, acceder a los archivos y, sobre todo, investigar el destino de los represaliados desaparecidos.

Son algunas razones y sólidas para no abstenerse y, sobre todo, para votar a una fuerza de izquierda transformadora y radical: Izquierda Unida.

martes, 10 de mayo de 2011

Análisis: logotipo e imagen de Bildu

Firma invitada: Javier Domínguez (periodista de Radio Euskadi, especializado en comunicación política, y redactor en el blog Navarra 2011 @JDominguezJD)

La imagen de Sortu suponía una ruptura notable con la imagen de la izquierda abertzale en anteriores citas electorales. Se habían abandonado tonalidades rojas y verdes, a las que se nos había acostumbrado en logotipos anteriores, y se empleaban recursos semióticos completamente distintos. Mucho llamaba la atención, por ejemplo, la sustitución de la estrella de cinco puntas por una de ocho puntas, una estrella polar con connotaciones muy diferentes.

La imagen de Bildu resulta sencilla. Es una espiral en tonos verdes y ocres, con intentos de aparentar tridimensionalidad al emplear una especie de cinta gruesa para dibujar la espiral. Puestos a buscar razonamientos obvios que enlacen la simbología de la coalición con la de sus miembros, diremos que la recuperación del verde encierra un guiño a EA, por ser uno de sus dos colores corporativos; y la cinta gruesa, por su parte, recuerda a la que se emplea para dibujar la 'A' del logotipo de Alternatiba, aunque ésta se dibujaba en plano y con escasa tridimensionalidad. 

Además de la recuperación del color verde para una marca de la izquierda abertzale (con sus connotaciones de ser un color de la ikurriña, ser representación de ecologismo, ser el color de la esperanza...), hay otras cuestiones que se pueden comentar:

-La espiral tiene una forma circular. El círculo suele emplearse para simbolizar unión, unidad y coherencia.

-Y, sin embargo, el círculo queda abierto. La espiral tiene su arranque encerrado en el círculo, pero se abre al final de la banda utilizada para dibujarla. Es una manera de abrir el logotipo, probablemente simbolizando a la vez apertura hacia la sociedad y avance (puesto que el final queda abierto hacia la derecha, lo que teniendo en cuenta el sentido de la lectura, hace que sea una forma de abrirse a lo que está por venir).

-El nudo central de la espiral apunta hacia arriba, lo que da imagen de optimismo.

-La fuente empleada para las letras tiene un pequeño remate o serif, lo que teóricamente facilita su visión en soporte impreso. Pero el serif es redondeado, suavizando su imagen. Por otro lado, destaca que el dibujo de la espiral tiene su continuación sobre las letras, al introducir el tono ocre también en las grafías, suavizando el verde. Para rizar el rizo: al quedar la parte clara sobre la oscura, puede dar incluso una sensación de amanecer similar a la que se veía en el logotipo de Sortu.

ALGUNOS APUNTES DE IMAGEN

Elegido el color verde como color corporativo de la coalición, se necesitaba buscar una forma de connotar pluralidad. Ésto se está realizando a base de líneas rectas de diferentes colores, confluyentes en algún punto del cartel (por ejemplo, el logotipo, o la imagen de los candidatos). La recuperación del arco iris de colores recuerda por ejemplo al primitivo logotipo de Herri Batasuna, que también era una coalición de agentes políticos y sociales. Es una manera sencilla de mostrar una imagen de pluralidad, teniendo además un resultado colorido y llamativo. 

Los colores se están estructurando, en diferentes carteles y vídeos, a partir de hilos. Hilos de diferentes colores que se aglutinan en ovillos, simbolizando la unión de la pluralidad en un elemento fuerte y colorista (de nuevo, por cierto, formas circulares, como en el propio logotipo). El propio logotipo, comparado con las imágenes de los hilos formando ovillos, puede recordarnos a esa metáfora, aunque sea en un color único. Ahora bien, y a modo de conclusión: aunque las metáforas y las formas empleadas resultan adecuadas y efectivas, la metáfora del hilo y del ovillo abre, a sus adversarios políticos, posibilidades de ataque o de insinuación hacia Bildu.



lunes, 9 de mayo de 2011

Elecciones 2011: ¿Por qué votar a UPyD el próximo 22-M? 'Somos la gente'

Firma invitada: Luis de Velasco Rodríguez (coordinador de campaña UPyD-Madrid)

UPyD somos la gente, cansada, engañada… Gente normal, profesores, economistas, autónomos, pequeños empresarios, abogados, estudiantes, etc, la mayoría nunca participamos en política más que como votantes, pero ahora es imprescindible dar un paso adelante.  

Tengo 40 años, soy emprendedor, economista, estoy casado, tengo una hija de 7 años, me gusta la música, leer, escribir y el cine. Hace un año y medio que milito en UPyD, ni más ni menos. No seré “políticamente correcto” porque no soy político y porque PP y PSOE no se merecen ya que seamos correctos.

Cada semana, a nuestro grupo de trabajo en Las Rozas se suma gente. Activistas y simpatizantes que se han dado cuenta que no somos un partido como los demás, somos simplemente un grupo de gente muy cansada de la situación y conscientes de que el cambio ha de venir de nosotros. Los que se han aprovechado del sistema en su propio interés y lo siguen haciendo no nos van a ayudar a mejorar las cosas, sólo se van a ocupar de patalear y luchar por mantener sus privilegios y no dudarán, como en cada elección hace 30 años, en volver a decir lo que queremos oír. Pero no olvidemos que una y ora vez pasa lo mismo: nunca cumplen.

Los partidos mayoritarios nos ha traído al borde del precipicio, nos han instalado en una terrorífica doble crisis: económica y política. La económica es en parte importada pero esencialmente se ha generado en España: PP y PSOE son corresponsables, nadie cambió nada del modelo productivo español en los últimos 20 años, ningunearon a la gente que es el motor del país (PYMES, emprendedores, autónomos, comercio...), se limitaron a subirse a la ola de dinero fácil del ladrillo y a aceptar el dinero que nos regalaba Europa. Nadie puso un gramo de neurona en analizar cómo debía ser la economía de este país en el futuro. Así nos va.

En términos políticos, han creado un país paralelo al de las necesidades de la gente, con autonomías que derrochan y no aportan bienestar al ciudadano, con una justicia especial para los políticos muy distinta a la de la gente, partidos donde moral y ética brillan por su ausencia. En mi blog ya hice hace un tiempo referencia a esta situación. El último ejemplo del ninguneo a la gente es la famosa #leysinde a la que nos oponemos por numerosas razones.

Esto tiene que acabar. Exigimos que nuestro dinero se use de manera cabal y ética, y como no nos fiamos queremos verificar y denunciar, porque si en casa somos gestión eficaz, ética, ahorro, previsión… debemos exigir que también lo sean quienes nos gobiernan. Somos la generación de españoles mejor preparados de la historia y hemos permitido que nos gobiernen los mediocres y que, entre otras cosas, hagan que 140.000 jóvenes universitarios hayan tenido que salir de España para poder trabajar.

El nivel autonómico y local son muy importantes, gestionan más de la mitad del gasto total del Estado y lo hacen igual o peor que el Gobierno central: falta absoluta de transparencia, gasto descontrolado, desprecio al ciudadano, toma de decisiones en base a los propios intereses, creación de múltiples entes y entidades opacas donde colocar a los “afines”…

A partir del 22 de mayo cambian las cosas, nosotros haremos lo que no han hecho ni harán PP y PSOE: daremos transparencia a la gestión, volveremos a poner a la gente al mando de su propio destino pues al fin y al cabo la democracia somos nosotros, la gente y no ellos: los partidos. Nosotros lo haremos gobernemos o no, porque eso es secundario, nuestro fin es colaborar en mejorar la situación, no lograr el poder como fin en sí mismo.

Nuestras propuestas se basan en la lógica, buscan ahorrar en gastos superfluos que no aportan bienestar a los ciudadanos. A nivel autonómico, queremos recuperar para el Gobierno central las competencias de sanidad y educación, para que todos los españoles tengamos los mismos servicios y oportunidades, y además mejorar las prácticas de gestión de las autonomías. Si éstas siguiesen el modelo marcado por las autonomías más eficientes, se ahorrarían, como mínimo, hasta 24.000 millones de euros al año, que es ¾ partes de lo que se gasta en un año en pagar a todos los desempleados.

A nivel local, queremos racionalizar el mapa español, queremos fusionar los ayuntamientos más pequeños, como ya hicieron países como Suecia, Alemania y Reino Unido. España tiene 8.114 municipios, la mayoría de exigua población: el 60% menos de mil habitantes. Se podría pasar a 2.500 ayuntamientos, lo que supondría un ahorro de casi 4.000 millones de euros anuales. ¡Ambas propuestas rechazadas por PP y PSOE porque son contrarias a sus propios intereses!

A pesar de los ataques que sufrimos y sufriremos de todos aquellos que viven del statu quo: políticos profesionales, medios de comunicación anquilosados… Ya nada nos para, recuperaremos la democracia ciudad a ciudad para los que nunca debimos perderla: los ciudadanos. Día a día crece una @mareamagenta de gente hastiada y necesitada de construir una realidad mejor, vivimos un momento histórico.


Como canta la Habitación Roja en su canción 'Nuevos tiempos': “y los que dicen que es lo mismo, ya no puede quemarnos, les gustaría intentarlo, pero los TIEMPOS HAN CAMBIADO”. 

Blog del autor del artículo: 'El círculo virtuoso'

viernes, 6 de mayo de 2011

Arranca la campaña: ¿Remontará el PSOE?

Los más de 8.000 municipios y las 13 comunidades que celebran elecciones el próximo 22 de mayo ya están en campaña electoral. La situación en que los dos principales partidos políticos de España, PSOE y PP, encaran la cita no puede ser más distinta, sus expectativas no pueden ser más opuestas y la inercia de uno y otro no puede ser más divergente. El primero vive una época muy mala, estando profundamente lastrado por el categórico y muy mayoritario suspenso que la ciudadanía da al Gobierno nacional, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. El 58% de los españoles cree que su gestión está siendo mala o muy mala y solo el 7,7% la califica de positiva. Son datos tremendos que, junto con la mala valoración y falta de popularidad del presidente y la mayoría de sus ministros han llevado al PSOE a una situación política nefasta, con unas expectativas electorales más que pobres. A menos de tres semanas para los comicios, todos los sondeos vaticinan una considerable pérdida de poder autonómico y municipal para los socialistas, que podrían dejar de gobernar históricos feudos como Castilla-La Mancha, Sevilla o Barcelona. Las encuestas más pesimistas incluso les auguran la derrota en sitios donde parecía impensable que no gobernaran, como Extremadura o A Coruña.

En el polo opuesto aparece un Partido Popular espoleado por las encuestas y subido en la ola de cambio político que España respira. La primera gran oportunidad de rentabilizarla electoralmente son estos comicios, donde el PP tiene las aspiraciones más altas de su historia y el PSOE las más bajas. En 2007 los populares ya ganaron las elecciones municipales por 7 décimas y consolidaron sus feudos autonómicos, logrando resultados históricos en Murcia, Comunidad Valenciana y Madrid. Ahora todo apunta a que mejorarán en toda España, también allí donde hace cuatro años fijaron su techo. Ni la mala valoración de su líder, Mariano Rajoy, ni los estragos que el caso 'Gürtel' le está causando a la rama valenciana del partido, ni las latentes peleas internas que ahora están más calmadas (salvo en Asturias, donde Cascos se escindió y amenaza con ganar) parecen afectar a un PP que aspira a sacar sus mejores resultados en unas elecciones autonómicas y municipales.

Así está actualmente repartido el poder municipal en España (resultados elecciones 2007)

Así que la campaña comienza con los partidos mayoritarios en las antípodas, con el PP a mucha distancia de un PSOE obligado a remontar en esta recta final si quiere mantener alguna esperanza de victoria para las generales de 2012. Para ayudar en esta empresa, Rodríguez Zapatero anunció el pasado 2 de abril que no volvería a presentarse. Fue una jugada política que pretendió soltar lastre y liberar a los candidatos socialistas de esa asociación inexorable que la gente hace entre PSOE - Gobierno de Zapatero - mala gestión. Con el presidente en retirada, pensaron, la gente ya no tendría esa necesidad de ajusticiarlo y la atención se centraría más en los temas locales que en los nacionales, mejorando las posibilidades de los socialistas.

Sin embargo, el efecto (si es que lo hubo) parece que ha durado poco. El último barómetro del CIS mantiene la distancia en intención de voto entre PP y PSOE, situando a los populares incluso 3 décimas más aventajados que en enero. Si hoy se celebraran elecciones generales, el partido de Rajoy ganaría por 10,4 puntos. Una distancia abismal. También el CIS en la encuesta publicada ayer (y que se realizó antes del anuncio de Zapatero) pronosticaba una gran derrota para el PSOE y unos resultados magníficos para el PP. 

"Con las expectativas tan bajas que nos están poniendo prácticamente cualquier resultado será bueno el 22 de mayo" aseguró ayer resignado el vicesecretario general socialista, José Blanco. Así están las cosas en Ferraz. El objetivo ahora es salvar el mayor número de muebles posible. En Extremadura y Castilla-La Mancha cuentan con la mayoría absoluta, mientras que gobiernan con pactos en Baleares, Aragón, Cantabria y Asturias. Actualmente pueden perder los seis gobiernos autonómicos y no arrebatar ninguno al PP (Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia, La Rioja, Castilla y León, Ceuta y Melilla) ni a los nacionalistas de CC (Canarias) ni a los regionalistas de UPN (Navarra). Pintan bastos pero, ¿está la batalla definitivamente perdida para el PSOE?

Creemos que no. Históricamente, al Partido Socialista le sientan bien las campañas, por su efecto agitador y porque su principal problema, y especialmente ahora, es la falta de movilización de su electorado. En las municipales, tan solo un 57% de quienes hace cuatro años votaron al PSOE aseguran que repetirán. Ese dato en el PP es doce puntos mayor. La clave estará en la reducción o no de esa distancia. Por delante quedan dos semanas largas que pueden resultar decisivas. El PSOE necesita gestos que movilicen y ganar la batalla de presentar las elecciones de mayo alejadas de la lectura nacional. Obviamente, el PP intentará lo contrario y pedirá el voto para castigar a Zapatero y su gobierno. Quien se imponga en este cruce de mensajes, se llevará el gato al agua.

Dolores de Cospedal y J. Mª Barreda
El gobierno de muchas comunidades se obtendrá por resultados ajustadísimos. En Aragón, Cantabria, Asturias, Canarias, Baleares, Navarra y, sobre todo, Castilla-La Mancha, todo está aún en el aire. El baile de tan solo un diputado de un lado a otro puede hacer oscilar la balanza. Además, el clima de cambio político creado puede ser un arma de doble filo para el PP, cuyas expectativas están por las nubes y algo que sería un buen resultado, como vencer por 3-4 puntos en las municipales, gobernando en más capitales de provincia que el PSOE (actualmente los socialistas ganan 23-22) y 6-7 autonomías más Ceuta y Melilla, puede ser visto como un resultado mediocre porque se ha quedado lejos de barrer al rival político arrebatándole todos sus feudos y arrasándole en las municipales. Y no digamos ya si encima Cospedal no consigue vencer a Barreda en Castilla-La Mancha.

Así que ni mucho menos está aún todo dicho. Resta mucho partido por jugarse y la campaña en esta ocasión puede resultar clave para que el PSOE alcance el objetivo de una derrota digna, que le permita afrontar el proceso de primarias con tranquilidad y preparar el terreno para las generales con garantías de poder competir. Por su parte, el PP está ante la oportunidad de su vida de cosechar un éxito tremendo: podría conseguir la alcaldía de hasta 28 o 29 capitales de provincia y gobernar (en solitario o en coalición) en las 13 comunidades que el 22M celebran elecciones. Sería un golpe encima de la mesa incontestable, que podría llevar a la disolución de las cámaras por parte del presidente del Gobierno y el adelanto a otoño de las elecciones generales.

En cuanto a los partidos minoritarios, CiU lo tiene mejor que nunca para arrebatar la alcaldía de Barcelona al PSC por primera vez. Además, el impulso que le producirá haber recuperado la Generalitat hace medio año le puede llevar a conseguir un buen puñado de alcaldías más, entre ellas alguna capital de provincia. Actualmente las 4 catalanas tienen alcalde socialista.

Para Izquierda Unida, el objetivo es conformar el mayor número posible de mayorías con el PSOE y aumentar 2-3 puntos el porcentaje de voto de 2007. Parece difícil que pueda conservar la alcaldía de Córdoba (única capital de provincia en su poder) pero sería un éxito que sus votos fueran claves en los ayuntamientos de Sevilla, Zaragoza o Valladolid y que lograran representación en los Parlamentos de Baleares, Castilla y León y Extremadura.

Por último, UPyD se presenta por primera vez a unas elecciones municipales y autonómicas (más allá de las gallegas, vascas y catalanas), y su mayor reto es entrar en la Asamblea y en el Ayuntamiento de Madrid, lugar donde tiene el mayor granero de votos. Todos los sondeos le sitúan al borde de conseguirlo en ambas instituciones. Además, podría lograr representación en Melilla, Murcia y algunos municipios importantes de Madrid.