La desproporcionada, injusta e injustificada reacción de los controladores aéreos a la regulación unilateral y por sorpresa de su jornada laboral por el Gobierno ha eclipsado absolutamente todo. Los focos se han centrado en el caos provocado por un colectivo de dos mil personas, que ha puesto en jaque a todo un país, afectando a 600.000 personas y provocando unas pérdidas que se calculan en torno a los mil millones de euros en nuestra maltrecha economía, el 0,1% del PIB. La respuesta ha sido tan salvaje que poco importan las causas que les han llevado a comportarse de tal manera. Nada puede justificarlo. Los controladores se han equivocado al llegar tan lejos, parece evidente. Sin embargo hay más cosas importantes que merecen nuestra atención en toda esta historia.
España está en estado de alarma por primera vez. Nunca, en los 32 años de democracia, se había llegado a tal extremo. No me atrevo a hacer un juicio absoluto sobre el trasfondo de esta crisis, en la que sin duda confluyen intereses, estrategias y de la que conocemos con suerte el 1% de lo que en realidad hay. Tan solo puedo lanzarme a plantear algunas cuaestiones que se me vienen a la cabeza después de analizar fríamente la situación:
1) ¿Por qué el Gobierno decide acabar por las bravas con el conflicto de los controladores aéreos (que ya dura años) la víspera del puente más importante del año? ¿Torpeza o estrategia?
2) ¿Intuía el Gobierno la magnitud del problema que sobrevendría tras la aprobación del Decreto? De ser así, ¿por qué siguió adelante a pesar de todo?
3) ¿Es por eso por lo que Zapatero tomó la insólita decisión de ausentarse de la Cumbre Ibeoramericana?
4) ¿Es cierto que, tal y como se ha filtrado, los controladores conocían lo que el Ejecutivo planeaba y el jueves le hicieron saber lo que pasaría si seguía adelante? ¿Por qué el Gobierno no hizo caso a esas advertencias? ¿Firmeza? ¿Frívola conveniencia?
5) ¿Tiene algo que ver la privatización parcial de AENA (anunciada el miércoles) con la decisión de afrontar de una vez por todas el conflicto con los controladores? ¿Es todo una estrategia para conseguir apoyo popular para esta iniciativa?
6) ¿Por qué razón el Presidente del Gobierno ha estado desaparecido durante toda la crisis? ¿Por qué no ha salido a dar explicaciones de lo que pasaba? ¿Acaso la situación no era lo suficientemente grave como para que lo hiciera? ¿Por qué es Rubalcaba el encargado de anunciar que por primera vez en la historia España está en estado de alarma, cuando Zapatero está a tan solo unos metros de la sala de prensa donde tiene lugar dicho anuncio? ¿Es todo una estrategia para dar cancha al vicepresidente de cara a un futuro relevo al frente del PSOE, que incluiría elegir al santanderino como candidato a la presidencia del Gobierno en 2012?
7) Tras una semana aciaga para el crédito del Gobierno y de su Presidente, ¿se ha tratado de ganar apoyo (interno y externo) provocando una gran crisis a escala nacional?
9) ¿Tiene algo que ver el hecho de que en estado de alarma no puedan disolverse las Cortes (y por lo tanto convocar elecciones) con la toma de tan extrema medida?
10) ¿Hasta cuándo piensa el Gobierno prolongarlo? Si cuando salgamos del estado de alarma la situación se repite, ¿volverá a declararlo?
11) ¿Son capaces los Gobiernos de llegar tan lejos con tal de sacar rédito político? ¿Están los medios de comunicación sirviendo con rigor a la ciudadanía, fin último que deben perseguir, o también están actuando de manera interesada?
Podría seguir pero con estas hay suficiente por hoy. Seguro que a vosotros, sufridos ciudadanos, se os ocurren otras cien. U otras doscientas.