Si hay un tema que está acaparando todos los focos de la actualidad política española ése es el de las elecciones al Parlamento catalán, que se celebrarán el próximo domingo 28 de noviembre. De su resultado dependerá en buena parte el futuro político de España, pues los pactos y alianzas que se formen tras el escrutinio previsiblemente pueden extrapolarse al conjunto de la nación en un futuro no muy lejano. En "La Bitácora" trataremos de analizar al detalle el asunto con una serie especial de entradas (titulada "Cataluña en campaña"), que trate de aportar las claves más importantes.
Primeramente hemos querido dedicar un espacio a desgranar la situación en que se encuentra el partido del actual presidente de la Generalitat (José Montilla): el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). La federación catalana del PSOE cuenta actualmente con 37 de los 135 escaños que componen el Parlament y lleva siete años gobernando en coalición con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA). Todos los sondeos apuntan a que el PSC acusará el desgaste de la acción de Gobierno y sufrirá una severa derrota en las urnas. Desde el propio partido parecen asumir ya que repetir resultado es una quimera y el objetivo es no ser goleado por la CiU de Artur Mas.
Las causas del bajón del PSC, a nuestro modo de ver, son muchas y muy variadas. En primer lugar, se ve arrastrado por el deterioro generalizado que el PSOE viene sufriendo en toda España como consecuencia de su gestión al frente del Gobierno de la nación. En segundo lugar, el partido de Montilla se ha dejado llevar por su sector más catalanista entrando en una deriva de iniciativas políticas nacionalistas difíciles de entender para muchos de sus votantes. Y es que no es sencillo comprender por qué un señor que pasó sus 16 primeros años de vida en Iznájar (Córdoba) impone a los comerciantes la obligación de rotular en sus establecimientos "al menos en catalán" o encabeza una manifestación contra una sentencia del Tribunal Constitucional. En tercer lugar está la previsible baja participación que se registrará en los comicios: más de la mitad de los electores no tiene pensado ir a votar el día 28. Y sabido es que una abstención alta perjudica más que a nadie al partido de centroizquierda. Todo ello, unido a la baja popularidad del candidato y presidente Montilla, dibuja un panorama desolador para el PSC. Tanto, que en el partido considerarían "un éxito" pasar de 33 escaños.
Cartel promocional del PSC para las próximas elecciones.
Pero incluso esa modesta meta parece complicada de alcanzar. La mayoría de los sondeos les dan menos de 30 diputados, lo que sería un batacazo monumental, que llevaría al PSC a cosechar el peor resultado de su historia. Para tratar de frenar la sangría, en el partido están centrando la campaña electoral en presentarse como la moderación y el centrismo dentro del espectro político catalán. Se ha vuelto a acudir al socorrido recurso de la "catalanofobia" del Partido Popular (el propio Rodríguez Zapatero exigió este fin de semana a Mariano Rajoy que "prometa que no hará más política contra Cataluña") y se intentan distanciar de los "radicalismos nacionalistas" de CiU y ERC. El problema para el PSC está en que esta estrategia puede volverse en su contra, puede quedar atrapado en una encrucijada mortal. Por mucho que abjure ahora de sus socios de Gobierno e intente jugar la carta españolista (llevando al ex-ministro Corbacho como número 2, asegurando que no se reeditará el tripartito, prometiendo eliminar las multas por no rotular en catalán, etc.) lo cierto es que el PSC-PSOE lleva años enfrascado en una dinámica cuasi soberanista que le ha llevado a abrazar tesis y a adoptar medidas que ni Jordi Pujol se atrevió tan siquiera a imaginar. Esto puede hacer que el electorado entienda la estrategia como un engaño fruto de la desesperación que produce el verse en tan dramática situación. Ése es el gran riesgo que ahora mismo corre el PSC.
Un último quebradero de cabeza para los socialistas es que de consolidarse esta tendencia en Cataluña sus repercusiones en el conjunto de España pueden ser terribles. No en vano, el PSOE ha ganado las dos últimas elecciones generales en gran medida gracias a sus buenos resultados en Cataluña (hasta 25 diputados logró en 2008, frente a los 8 del PP). Si su granero de votos por excelencia sufre tan severo castigo en 2012, la derrota estaría prácticamente asegurada.
Muy claro ( con datos numéricos concretos). Una buena panorámica, muy aséptica. Espero que hagas honor al político que has escogido para dar nombre al blog y no caigas en moralismos y religiosidades. Y que apliques lo que dice Schopenhauer en el librito que citas, y no caigas en trampas ni las tiendas.
ResponderEliminarA lo mejor tú sabes más de esto, pero no sé hasta qué punto ( y cada vez menos) es posible hablar de la política de casa aisladamente y pretender contextualizar y buscar causas y principios a esta... Cuando leía periódicos una de las cosas que más me gustaba de El Pais era que, supongo que intencionadamente, empieza con las noticias internacionales... Pero si eres capaz de hacer abstracciones en lo casero pues también valdrá supongo.
Que vaya bien.
Muchas gracias por tu comentario. Críticas tan bien estructuradas y fundamentadas son de lo más bienvenidas. Intentaré seguir los consejos que me das, ésa es la idea. Precisamente una de las cosas que me ha llevado a crear este blog es la escasez de buenos análisis de política y actualidad que hay en España y la pobreza de los pocos que hay, a menudo sesgados y servilistas para con ciertos intereses. Mi objetivo es evitar esto y, como digo en la presentación, proporcionar una pequeña herramienta más al ciudadano medio para que comprenda un poco mejor lo que pasa en España. Gracias de nuevo y sobra decir que siempre serás bienvenido a "La Bitácora".
ResponderEliminarEnhorabuena por este maravilloso blog. Me gusta tu estilo divulgativo aunque creo que este blog puede abrirse hueco en la información elitista... te animo y te respeto.
ResponderEliminarY yo te agradezco mucho tus palabras, amigo. Siempre tuyo.
ResponderEliminarDices: "Y es que no es sencillo comprender por qué un señor que pasó sus 16 primeros años de vida en Iznájar (Córdoba) impone a los comerciantes la obligación de rotular en sus establecimientos "al menos en catalán" o encabeza una manifestación contra una sentencia del Tribunal Constitucional."
ResponderEliminarEsto permíteme que te diga, pero es una soberana tontería. En Catalunya no hay debate ni polémica sobre rotular o no en catalán. Sólo es problema los zumbaos de Ciutadans y el PP cuando necesita agitar el anticatalanismo para ganar votos en otros sitios.
Se agradece la voluntad y el tono de tu blog, pero creo que tienes una visión demasiado "españolizada" de la situación. Esos argumentos que he remarcado al inicio son dignos de una tertulia televisiva y no de un análisis político serio. La realidad catalana no es tan simple como para poder definirla con tópicos y lugares comunes dignos de Intereconomía.
Sabías que más del 10% de los votantes del PP catalán son independentistas?
De todas formas, adelante con el blog.
Al que me precede en los comentarios...
ResponderEliminar1) En Catalunya no hay polémica por las multas lingüísticas... excepto entre los comerciantes que son multados por ese motivo. No se trata ni de anticatalanismo ni de estar a favor del catalán o el castellano, sino de defender la libertad. Libertad para que uno pueda rotular su establecimiento en el idioma que quiera, sea catalán, castellano o suajili.
2)Yo estoy a favor del modelo educativo de Mas y Montilla, concretamente el que aplican a sus hijos: educación trilingüe. Por qué no quieren para el resto de niños catalanes lo que quieren para sus hijos?
3) El 10% de votantes del PPC que, según las encuestas, son independistas se explica por 2 motivos: el error típico de cualquier encuesta y los graciosillos de turno! Seguro que también hay un 10% de encuestados votantes de ERC que están a favor de que Catalunya siga formando parte de la nación española...
Un saludo a todos!
Que no se hable de ello y no sea la principal preocupación de los catalanes (que no sé si lo será o no) no quiere decir que no sea importante y, sobre todo (y es a lo que me refiero en el blog) no quiere decir que no le haya pasado factura a quien ha promovido la medida. La prueba evidente de lo que digo es que ha sido el propio PSC quien se ha comprometido a suprimir las multas por no rotular en catalán si sigue gobernando. Si quieren rectificar la medida supongo que será porque les ha pasado algún tipo de factura.
ResponderEliminarNo sé muy bien qué quiere decir lo de la "visión españolizada", yo intento analizar lo mejor que sé y lo mejor que puedo la campaña de las elecciones en tu comunidad y la situación en que está cada partido, nada más.
En cuanto a lo de los tópicos y los simplismos, he procurado no caer en ellos y creo haberlo conseguido. Siento mucho que tengas una visión antagónica. A ti también se te agradece el tono. Muchas gracias por tu aportación.
A Xavi, sobre las multas lingüísticas es claramente una polémica artificial:
ResponderEliminar1)Mira, si realmente toda esa cantidad de gente indignada por las multas lingüísticas buscaran realmente "la libertad" de los empresarios para rotular o etiquetar como quisieran se quejarían de :
http://www.elpais.com/articulo/espana/Cataluna/multa/94/empresas/etiquetar/espanol/elpepiesp/20101023elpepinac_12/Tes
Pero no lo hacen, lo único que quieren es atacar lo catalán de forma enfermiza.
3)
Enfermiza es la caracterización de los catalanes como "hablantes del catalán" y hacer girar toda una identidad ( comunitaria en vez de personal, y esto también importa) en torno al único elemento de oposición del que disponen ( y por cierto, oposición la justa, que yo ni idea de catalán, pero aún así soy capaz de entender algo si hablan despacio, o viéndolo escrtito) frente a " la cultura española", que es el único proyecto de lo español a lo que se oponen ( y a la Monarquía, con lo que estoy de acuerdo), distinto p.ej. de una parte del nacionalismo vasco que reclama tabién el socialismo p.ej ( sin rigor ninguno, vale, pero lo hacen). El nacionalismo es un proyecto que, además de imposible de fundamentar ( salvo por razones religiosas, cuando se vuelve más peligroso), parece un proyecto vital muy muy pobre porque:
ResponderEliminara) Se define por oposición a algo dado por " otros", y sólo por oposición ( en el caso del nacionalismo español, tan flagrante como cualquier otro, frente a lo " extranjero", como el comunismo o el ateismo para Franco y cía).
b) Las cosas a las que es posible oponerse para definirse en la sociedad moderna ( capitalista y demás) pueden ser muy poco más que un idioma...
* Otra cosa era cuando Maquiavelo suspiraba por una Italia unida, para tener la fuerza suficiente de enfrentarse a ciertos poderes.
Los que han empezado una guerra de trincheras con el idioma ( en una concepción extraña del lenguaje, de lo que es y de lo que debe ser) han sido los nacionalismos ( también el español, obviamente, por lo menos tan fanático como los otros). Personalmente, sin religiosidades sentimentalistas, creo que un idioma merece la pena en tanto que abre posibilidades, en tanto que más gente grande, p.ej., ha escrito en ese idioma y la mejor forma de llegar a lo que dicen es ese idioma en el que escribieron, o en tanto que más gente habla ese idioma y por medio de él puedes comunicarte con ellos. Y punto. Y no hay obligaciones morales para con ningún idioma ni, ya que estamos, para con ningún producto artístico-cultural. Lo que debe ser sagrado es la capacidad de cultura y la capacidad artística... Personalmente, las manifestaciones concretas... Yo no me horrorizaría si las piedras de una catedral se utilizaran para construir un colegio o si, porque no es necesaria, se perdiera una lengua ( y no pienso en ninguna en concreto).
Todo lo que dice Eseperanza Aguirre me horroriza en cierto sentido ( aunque a lista ( inteligente) no creo que la ganen muchos), pero estoy seguro de que sus campañas serían mucho más emocionantes, porque hablar de nacionalismo, de identidad regional, de idiomas, etc. es no hablar de nada material y real, es decir, no hablar de nada, es decir, a-b-u-r-r-i-d-o ( y ya que la política YA no cambia vidas, al menos que divierta, con inteligencia e ingeniosidad). ¿ Está bien multar por rotular sólo en castellano? Parece que no ( por motivos funcionales). ¿ Es tan grave como quieren algunos? Pues desde el mismo punto de vista funcional es obvio que tampoco.
* Lo de aludir al origen de Montilla... Puede parecer un argumento ad hominem, a la manera de la constante en Intereconomía, pero creo que David se salva de caer en ello, gracias a las buenas intenciones que él se ha señalado, y creo que se puede entender más bien como una manera de insinuar la imposible justificación, otra que seguir una tradición " familiar" ( de la gran familia catalana), de justificar esa medida.
¿Qué problema tenéis con Intereconomía? Ya sé que los rojos y los nazionalistas siempre habéis aborrecido la libertad de expresión, pero, en teoría y cada vez menos, se supone que estamos en un país libre, y este grupo de comunicación puede decir lo que quiere, que por otra parte son verdades como puños.
ResponderEliminarRespecto a lo de intereses españolistas no tiene ningún sentido, ya que todos somos españoles y por lo tanto todos tenemos intereses españolistas. Mira, Cataluña es una parte más de España, igual que Murcia, Asturias o las Vascongadas, a ver si os lo metéis en vuestro lavado cerebro. ¡Arriba España!
¿ Problemas con Intereconomía? Es un ejemplo estupendo de aplicación sistemática de todas las estratagemas ( sobre todo las más facilonas y cutres) del libro de Schopenhauer que David cita en la bibliografía... Aparte de eso es un gran engaño en la medida en que todos sus análisis y conclusiones ni son ni pueden ser rigurosos, ni son ni pueden ser honestos, ni están ni pueden estar interesados por ninguna verdad, ni son ni pueden ser compatibles con los verdaderos principios y valores democráticos, etc. Por la sencilla razón de que están absolutamente viciados aún antes de que se apliquen a cualquier tema; por el presupuesto fundamental de todos ellos, previo a cualquier debate, a cualquier diálogo, a cualquier acercamiento a la realidad y a cualquier dato: EL CATOLICISMO. Muy respetable. Pero que no nos engañen y se amparen y justifiquen en otros fundamentos. Sus simpatías y odios y todo lo demás depende de su afinidad con su religión. Insisto que está bien, pero que lo vendan como lo que es: una crítica ( análisis) CATÓLICO de la realidad,y nada más.
ResponderEliminarAhora, políticamente me resultan parecidos el catolicismo de Intereconomía y los nacionalismo . "Español" puede utilizarse al menos en dos sentidos amplios: el obviamente nacionalista y el que no. En el segundo "español" es sólo una denominación geopolítica, que toma todo su significado de la Constitución española . En el primero conduce a gilipolleces como llevar la bandera de España colgada en el retrovisor del coche o a indignarse y burlarse de que Zapatero dijera que el concepto de Nación es discutido y discutible. Intereconomía vuelve a ser un gran ejemplo, de nacionalismo, aunque español ( en obvia sintonía, al menos desde Franco, con su CATOLICISMO): CREER EN CATEGORÍAS POLÍTICAS QUE SÓLO EXISTEN EN LA MEDIDA EN QUE LA GENTE SE EMPEÑA EN ACTUAR COMO SI EXISTIERAN.
Por cierto, que nadie dice que no PUEDAN decir lo que dicen. Por mi parte sólo quiero advertir de sus constantes mentiras. Pero claro que pueden mentir, amparados bajo el derecho a la religión. Perdón, a la expresión. Dicho esto, la nota radical: creo que el derecho a la libertad de expresión sólo vale dentro de la Democracia ( y esto es tanto más cierto cuanto más radicalmente democrática sea), y en la medida en que Intereconomía intenta abolirla ( y sustituirla por tablas de piedra) no sé si deberían estar amparados por ella.
Me gustaría entar a valorar y comentar todas las aportaciones que hacéis, que son de lo más interesantes, pero de verdad que no tengo tiempo. Simplemente apuntar un par de cosillas sobre sendos aspectos de los que opina el anónimo que me precede: no creo que "español" pueda entenderse sólo en esos dos sentidos de los que hablas. Y dentro del nacionalista, por ejemplo, distinguiría varios niveles. La clasificación me parece arbitraria y poco rigurosa. No creo que el hecho de que junto con la "denominación geopolítica" vaya unido un sentimiento de orgullo que lleve a lucir una bandera de España (en el coche, en la muñeca o en el salón de casa) sea ser un gilipollas. Estoy completamente en desacuerdo.
ResponderEliminarYo sí creo que a Intereconomía (y a ti, y al resto de los que aquí opinan y a cualquier ciudadano que no llegue a ser violento) debe ampararle la libertad de expresión. Tú dices que son antidemocráticos y por ello dudas de que deban gozar de tal derecho. Yo no sé si lo son o no, pero creo que también a ellos debe extenderse, aunque lo fueran. A este respecto, dejo un par de citas. La primera de Chomsky y la segunda de Voltaire. Un saludo a todos y muchas gracias por seguirme.
"Si crees en la libertad de expresión entonces crees en la libertad de expresión para puntos de vista que te disgustan. Por ejemplo, Goebbels estaba a favor de la libertad de expresión para los puntos de vista que compartía, igualmente Stalin. Si estás a favor de la libertad de expresión, eso significa que estás a favor de la libertad de expresión precisamente para los puntos de vista que no compartes, de otra forma, no estarías a favor de la libertad de expresión.”
"Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo."
""Español" puede utilizarse al menos" Queda feo citarme, pero era para resaltar el " al menos"... Ahora, sí que es arbitraria, y no sociológica, así que al menos en un sentido también poco rigurosa.
ResponderEliminarLo otro o no me he explicado o no me has entendido. Tenerse por un español de bandera es lo contrario a tenerse por un español como ente ( perdón por la palabra) geopolítico. Y gilipollez lo digo en el sentido de absurdo y absurdamente envanecido pese a la absurdidad primera ( y en parte por la absurdidad segunda).
El problema de los fanatismos religiosos ( los tertulianos de Intereconomía no son terroristas obviamente, ni creo que haya que encarcelarlos ni cosas así) es que para ellos no hay puntoS de vista, y sus opiniones no son un punto de vista. En este sentido son antidemocráticos. Y en el de que siempre primará la Biblia sobre cualquier Parlamento ( un ejemplo anecdótico es su oposición a la LEY que amplía el Derecho al matrimonio a los homosexuales, aplicando el principio democrático supremo de Igualdad ante la Ley). Es obvio que ciertos pensamientos concretos que se oponen no a esta o aquella forma que toma una democracia, o a este o aquel aspecto, sino a los fundamentos mismos de la Democracia, no se amparan bajo la libertad de expresión ( p.ej., racismos, enaltecimientos del terrorismo, etc.). Y creo que está bien que así sea. No digo que a quien no sea demócrata haya que encarcelarle, o vigilarle o cosas así ( si lo dijera, lo mismo habría que aplicármelo a mí). Pero eso sí, tampoco creo que haya que prestar altavoces a esos mensajes. Para predicar está el púlpito. Y está bien que sea así. No se trata de eliminar ámbitos. Si no de separarlos.
Ahora muchísimo mejor explicado y muchísimo mejor comprendido por mi parte. No me dí cuenta de que puntualizabas el "al menos", debí releerte antes de contestar.
ResponderEliminarRespecto a la segunda parte de tu comentario, una discrepancia: yo creo que la libertad de expresión también debe amparar (y de hecho así lo hace) a quien se opone a los fundamentos mismos de la democracia, a quien se declara abiertamente antidemocrático, siempre que no pase a la violencia o viole los derechos fundamentales de las personas (como ocurre con el racismo y el terrorismo). Estos últimos comportamientos sí deben quedar excluidos y ser perseguidos pero, entre ellos y los demócratas están los antidemócratas "pacíficos". Para mí estos sí tienen cabida.
Y lo de que los de Intereconomía (menuda publicidad les estamos haciendo) no son demócratas es tu opinión, muy bien argumentada por otra parte, pero yo no estoy seguro de que ser apriorista y tener las opiniones preconcebidas sea (per se) ser antidemocrático...
Lo que habría que cerrar es la Sexta, por terroristas, y el grupo PRISA, por apoyar el golpe de estado del 13-M.
ResponderEliminarPor cierto, hoy es 20-N. Un recuerdo a dos grandes de España como fueron Franco y José Antonio. Descansen en paz. ¡Presentes!
Seguro que las familias de los 114.226 desaparecidos del franquismo piensan que estos individuos son grandes de España...
ResponderEliminarUna verdadera pena que en pleno S. XXI, en la era de la información, aun quede gente con níveles de alienación tan elevados...
Para que sea realmente divertido deberías explicar por qué son terroristas, qué es el golpe del 13-M y qué es ser un grande de España, para que nos riamos todos, y nosólo tú...
ResponderEliminarPor cierto que tampoco entiendo qué es lo que tiene que subir cuando dices " ¡ Arriba España!", ni lo de "¡ Presentes!". Presentes en tu memoria, o es un saludo como si estuvieran vivos y tú fueras un soldado que les saluda o qué.
ResponderEliminarPor cierto también que ilustras perfectamente una de las grandes limitaciones de la mayor parte de la gente: criticado uno de los término de una alternativa rápidamente se sitúan en el otro término... de la misma alternativa. Lo que casi nadie sabe es que la clave está en las distintas alternativas en las que se puede pensar la realidad, y no sólo en los dos términos de una alternativa dada... Despreciar Intereconomía no implica necesariamente apreciar a sus supuestos rivales mediáticos, salvo para la gente tan estrecha de mirada que no vea más allá de un editorial. Si tengo que elegir un periódico, me quedo con El Pais. Pero eso no significa que me guste ni que apruebe a los medios """" progresistas"""" ni un ápice más que a los neoconservadores. A Intereconomía hay que despreciarlos por ser católia ( no por eso per se, al menos en lo que ahora se trata), pero hay infinidad de motivos igual de pesados para rechazar con la misma intensidad a otros grupos de comunicación ( una infinidad en la que no está eso que tú dices, claro...), en incluso a los medios de comunicación en general.
ResponderEliminarAgradecería que todos expresáramos nuestra opiniones de la manera más cordial y respetuosa que podamos. "La Bitácora" pretende ser un punto de encuentro entre gente interesada en lo que pasa en el mundo, no un campo de batalla barriobajero. No he querido borrar ningún comentario hasta dejar clara esta advertencia pero si se repitan las salidas de tono no me dejaréis más remedio. Saludos a todos.
ResponderEliminarPS: Estoy preparando un artículo con la situación del resto de los grupos (de los que todavía no he hablado) y otra con consideraciones generales finales. El primero lo colgaré el lunes y el segundo el miércoles. Ya el jueves o el viernes dejaré la última entrada de esta serie con la quiniela de "La Bitácora" para las elecciones. No dejéis de estar atentos.