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viernes, 6 de mayo de 2011

Arranca la campaña: ¿Remontará el PSOE?

Los más de 8.000 municipios y las 13 comunidades que celebran elecciones el próximo 22 de mayo ya están en campaña electoral. La situación en que los dos principales partidos políticos de España, PSOE y PP, encaran la cita no puede ser más distinta, sus expectativas no pueden ser más opuestas y la inercia de uno y otro no puede ser más divergente. El primero vive una época muy mala, estando profundamente lastrado por el categórico y muy mayoritario suspenso que la ciudadanía da al Gobierno nacional, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. El 58% de los españoles cree que su gestión está siendo mala o muy mala y solo el 7,7% la califica de positiva. Son datos tremendos que, junto con la mala valoración y falta de popularidad del presidente y la mayoría de sus ministros han llevado al PSOE a una situación política nefasta, con unas expectativas electorales más que pobres. A menos de tres semanas para los comicios, todos los sondeos vaticinan una considerable pérdida de poder autonómico y municipal para los socialistas, que podrían dejar de gobernar históricos feudos como Castilla-La Mancha, Sevilla o Barcelona. Las encuestas más pesimistas incluso les auguran la derrota en sitios donde parecía impensable que no gobernaran, como Extremadura o A Coruña.

En el polo opuesto aparece un Partido Popular espoleado por las encuestas y subido en la ola de cambio político que España respira. La primera gran oportunidad de rentabilizarla electoralmente son estos comicios, donde el PP tiene las aspiraciones más altas de su historia y el PSOE las más bajas. En 2007 los populares ya ganaron las elecciones municipales por 7 décimas y consolidaron sus feudos autonómicos, logrando resultados históricos en Murcia, Comunidad Valenciana y Madrid. Ahora todo apunta a que mejorarán en toda España, también allí donde hace cuatro años fijaron su techo. Ni la mala valoración de su líder, Mariano Rajoy, ni los estragos que el caso 'Gürtel' le está causando a la rama valenciana del partido, ni las latentes peleas internas que ahora están más calmadas (salvo en Asturias, donde Cascos se escindió y amenaza con ganar) parecen afectar a un PP que aspira a sacar sus mejores resultados en unas elecciones autonómicas y municipales.

Así está actualmente repartido el poder municipal en España (resultados elecciones 2007)

Así que la campaña comienza con los partidos mayoritarios en las antípodas, con el PP a mucha distancia de un PSOE obligado a remontar en esta recta final si quiere mantener alguna esperanza de victoria para las generales de 2012. Para ayudar en esta empresa, Rodríguez Zapatero anunció el pasado 2 de abril que no volvería a presentarse. Fue una jugada política que pretendió soltar lastre y liberar a los candidatos socialistas de esa asociación inexorable que la gente hace entre PSOE - Gobierno de Zapatero - mala gestión. Con el presidente en retirada, pensaron, la gente ya no tendría esa necesidad de ajusticiarlo y la atención se centraría más en los temas locales que en los nacionales, mejorando las posibilidades de los socialistas.

Sin embargo, el efecto (si es que lo hubo) parece que ha durado poco. El último barómetro del CIS mantiene la distancia en intención de voto entre PP y PSOE, situando a los populares incluso 3 décimas más aventajados que en enero. Si hoy se celebraran elecciones generales, el partido de Rajoy ganaría por 10,4 puntos. Una distancia abismal. También el CIS en la encuesta publicada ayer (y que se realizó antes del anuncio de Zapatero) pronosticaba una gran derrota para el PSOE y unos resultados magníficos para el PP. 

"Con las expectativas tan bajas que nos están poniendo prácticamente cualquier resultado será bueno el 22 de mayo" aseguró ayer resignado el vicesecretario general socialista, José Blanco. Así están las cosas en Ferraz. El objetivo ahora es salvar el mayor número de muebles posible. En Extremadura y Castilla-La Mancha cuentan con la mayoría absoluta, mientras que gobiernan con pactos en Baleares, Aragón, Cantabria y Asturias. Actualmente pueden perder los seis gobiernos autonómicos y no arrebatar ninguno al PP (Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia, La Rioja, Castilla y León, Ceuta y Melilla) ni a los nacionalistas de CC (Canarias) ni a los regionalistas de UPN (Navarra). Pintan bastos pero, ¿está la batalla definitivamente perdida para el PSOE?

Creemos que no. Históricamente, al Partido Socialista le sientan bien las campañas, por su efecto agitador y porque su principal problema, y especialmente ahora, es la falta de movilización de su electorado. En las municipales, tan solo un 57% de quienes hace cuatro años votaron al PSOE aseguran que repetirán. Ese dato en el PP es doce puntos mayor. La clave estará en la reducción o no de esa distancia. Por delante quedan dos semanas largas que pueden resultar decisivas. El PSOE necesita gestos que movilicen y ganar la batalla de presentar las elecciones de mayo alejadas de la lectura nacional. Obviamente, el PP intentará lo contrario y pedirá el voto para castigar a Zapatero y su gobierno. Quien se imponga en este cruce de mensajes, se llevará el gato al agua.

Dolores de Cospedal y J. Mª Barreda
El gobierno de muchas comunidades se obtendrá por resultados ajustadísimos. En Aragón, Cantabria, Asturias, Canarias, Baleares, Navarra y, sobre todo, Castilla-La Mancha, todo está aún en el aire. El baile de tan solo un diputado de un lado a otro puede hacer oscilar la balanza. Además, el clima de cambio político creado puede ser un arma de doble filo para el PP, cuyas expectativas están por las nubes y algo que sería un buen resultado, como vencer por 3-4 puntos en las municipales, gobernando en más capitales de provincia que el PSOE (actualmente los socialistas ganan 23-22) y 6-7 autonomías más Ceuta y Melilla, puede ser visto como un resultado mediocre porque se ha quedado lejos de barrer al rival político arrebatándole todos sus feudos y arrasándole en las municipales. Y no digamos ya si encima Cospedal no consigue vencer a Barreda en Castilla-La Mancha.

Así que ni mucho menos está aún todo dicho. Resta mucho partido por jugarse y la campaña en esta ocasión puede resultar clave para que el PSOE alcance el objetivo de una derrota digna, que le permita afrontar el proceso de primarias con tranquilidad y preparar el terreno para las generales con garantías de poder competir. Por su parte, el PP está ante la oportunidad de su vida de cosechar un éxito tremendo: podría conseguir la alcaldía de hasta 28 o 29 capitales de provincia y gobernar (en solitario o en coalición) en las 13 comunidades que el 22M celebran elecciones. Sería un golpe encima de la mesa incontestable, que podría llevar a la disolución de las cámaras por parte del presidente del Gobierno y el adelanto a otoño de las elecciones generales.

En cuanto a los partidos minoritarios, CiU lo tiene mejor que nunca para arrebatar la alcaldía de Barcelona al PSC por primera vez. Además, el impulso que le producirá haber recuperado la Generalitat hace medio año le puede llevar a conseguir un buen puñado de alcaldías más, entre ellas alguna capital de provincia. Actualmente las 4 catalanas tienen alcalde socialista.

Para Izquierda Unida, el objetivo es conformar el mayor número posible de mayorías con el PSOE y aumentar 2-3 puntos el porcentaje de voto de 2007. Parece difícil que pueda conservar la alcaldía de Córdoba (única capital de provincia en su poder) pero sería un éxito que sus votos fueran claves en los ayuntamientos de Sevilla, Zaragoza o Valladolid y que lograran representación en los Parlamentos de Baleares, Castilla y León y Extremadura.

Por último, UPyD se presenta por primera vez a unas elecciones municipales y autonómicas (más allá de las gallegas, vascas y catalanas), y su mayor reto es entrar en la Asamblea y en el Ayuntamiento de Madrid, lugar donde tiene el mayor granero de votos. Todos los sondeos le sitúan al borde de conseguirlo en ambas instituciones. Además, podría lograr representación en Melilla, Murcia y algunos municipios importantes de Madrid.

lunes, 28 de febrero de 2011

Nueve certezas y una incógnita ante el 22-M

Firma invitada: Jesús Espino (periodista y profesor; @JesusEspino)

El 22 de mayo, en menos de tres meses, se celebran elecciones municipales en toda España (y autonómicas en 13 de las 17 comunidades). El PP consiguió su primera victoria en unos comicios locales en 1995, cuando sacó al PSOE más de cuatro puntos y cerca de un millón de votos; en 1999 la diferencia fue de menos de dos décimas a favor de los populares, 37.651 votos por encima. En 2003, el PSOE ganó en votos (123.416, algo más de medio punto de ventaja) aunque obtuvo menos ediles que el PP. Finalmente, en 2007, cuando la crisis estaba en avanzado estado de gestación, los papeles se intercambiaron: el PP ganó por 155.210 votos, siete décimas, aunque logró menos actas que los socialistas. Éste es el escenario que se nos presenta ante el 22-M:

CERTEZA 1: Más redes y menos mítines. Desde el punto de vista de la comunicación política, aunque ya vimos un avance en las recientes autonómicas catalanas, éstas van a ser las elecciones de las redes sociales. Si 2004 fue el año del uso político del SMS (“los tres días que cambiaron España”, tituló ‘El Mundo’), 2011 será el año del uso político de Twitter (la semana pasada, por ejemplo, se estrenó la cuenta @equipogallardon), una palanca prodigiosa. La movilización empieza en Internet, como nos enseñó Barack Obama en 2008. Los políticos de hoy tienen que ser ricos en contactos virtuales (sin desdeñar el contacto físico ni la calle) porque los mítines ya no son lo que eran.

CERTEZA 2: Las encuestas auguran un batacazo del PSOE. Sólo un milagro o un certero as en la manga (por ejemplo, una excelente escenificación de la sucesión de ZP) salvará a los socialistas de enfrentarse al castigo electoral más severo de toda su historia. Inevitablemente, los ciudadanos van a votar impelidos por su víscera más sensible: la cartera. El récord de desempleo y el mayor recorte social de la democracia pasarán factura a Ferraz.

CERTEZA 3: El PSOE perdió las elecciones del 22 de mayo de 2011 el 12 de mayo de 2010, cuando ZP anunció el gran tijeretazo (uno de los cuatro planes económicos que impulsó a lo largo del año pasado).

CERTEZA 4: El PP planteará el resultado como un plebiscito sobre la gestión de Zapatero si el resultado se corresponde con las encuestas. Es de manual y Génova agitará las cifras como hiciera Aznar en 1995. Estas municipales son la antesala de las generales, y no hay que descartar la posibilidad de que éstas se adelanten si el resultado fuese para el PSOE aún peor de lo aventurado por la demoscopia.

CERTEZA 5: El bipartidismo se consolidará (donde no hay partidos nacionalistas). Las formaciones independientes se diluyen (fenómenos ‘herejes’ como el gilismo, por fortuna, se han extinguido) y el sistema electoral fortalece a las grandes marcas. En esto, el mercado electoral se comporta como cualquier otro mercado.

CERTEZA 6El transfuguismo, pese a los pactos, no podrá o querrá atajarse. De hecho, a las elecciones del 22-M volverán a concurrir tránsfugas oficiales (es decir, considerados como tales por la Comisión de Seguimiento del Pacto Antitransfuguismo) sin que nadie se despeine.

CERTEZA 7Los partidos seguirán presentando candidatos imputados,y algunos de ellos obtendrán el respaldo de los ciudadanos. Una cosa es la doctrina y otra la práctica.

CERTEZA 8Pasado el 22-M, una vez que se constituyan las nuevas corporaciones, muchos alcaldes se plantarán. Dejarán de atender asuntos que nos les competen, pues las arcas municipales no dan más de sí. La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) lleva mucho tiempo avisando sin ser atendida. Hay que coger el toro de la financiación local por los cuernos. Es un debate inaplazable y si la crisis acaba sin abordarlo con valentía, podría necrosarse. Tras más de 30 años de democracia, va siendo hora de resolverlo, como ya hicieron las comunidades autónomas. Los ayuntamientos pagan lo que no les compete con el dinero que no tienen para hacer lo que otros no hacen. Está en juego su viabilidad.

CERTEZA 9Superada la agitación electoral, habrá que retomar la poda administrativa que España necesita. Tanto PSOE como PP tendrán que sentarse para acordar un consenso mínimo en el que caben la desaparición de las diputaciones y la ‘fusión’ de pequeños ayuntamientos. El Estado no es sólo la Administración General; comunidades y municipios también lo son. Es hora de pulsar el ‘reset’ del monstruo burocrático y fulminar los solapamientos. Hay municipios donde actúan, en la misma materia, ¡cinco administraciones diferentes!: Gobierno central, Gobierno autónomo, mancomunidad de municipios, Diputación y Ayuntamiento.

INCÓGNITA (y 10)¿Quién será el candidato del PSOE a La Moncloa?¿Zapatero, Chacón, Rubalcaba? ¿Dedazo o primarias? Si el presidente del Gobierno no aclara su futuro, cederá a Mariano Rajoy un terreno precioso. Cuanto más tiempo tarde en aclarar sus intenciones, peores serán las expectativas electorales del PSOE de cara a las generales (lamentablemente, en España no tenemos presidenciales) y en peores condiciones podrá construir su discurso.

lunes, 21 de febrero de 2011

Municipales 2011: el trabajo está hecho

Firma invitada: @caldecom (Periodista y Técnico de Comunicación Pública)

La suerte está  echada y el trabajo hecho. La prueba final de la legislatura para los alcaldes está a la vuelta de la esquina y los partidos que gobiernan y los que aspiran a esa responsabilidad ya están enfrascados en la batalla preelectoral para mantenerse en el poder, unos, y para dar la sorpresa, los que más.

Las municipales de 2011 van a llegar con un país marcado por la crisis y un clima de pesimismo que invade a toda la sociedad. La situación económica está haciendo una gran mella en la credibilidad de la clase política hasta el punto de que suena cada vez con más fuerza la palabra “desafección” –el desinterés o la desconfianza que conduce irremediablemente a la abstención o al no voto-.

Tampoco hay que olvidar que la clase política se ha situado entre las primeras preocupaciones de los españoles según reflejan los últimos barómetros del CIS que solo colocan por delante al paro y a la debilidad económica.

Extrapolándolo al terreno de juego local está claro que los datos del desempleo pesarán mucho pero no será la única variable a tener en cuenta. Otro de los temas que marcará la agenda electoral será la austeridad, bandera que ya ondean los grandes partidos. Sin duda es un cóctel al que sacar mucho partido. No se entendería que las fuerzas políticas plantearan propuestas tendentes a la generación de empleo mientras saltan noticias relacionadas con el despilfarro en las administraciones públicas.

Son grandes ejes que plasmarán los programas electorales de la mayoría de los alcaldables pero, ¿hay más cuestiones a tener en cuenta? Por supuesto. Otra de las claves está en la gestión diaria. Los comicios son el examen final. Una prueba en la que los vecinos dan su opinión en forma de voto sobre el trabajo desplegado por unos y otros.

De esta forma, no cabe duda que el que está en el poder si ha hecho las cosas bien tiene un alto porcentaje de éxito, aunque no debe caer en el exceso de confianza. En este sentido es clave la comunicación que el Gobierno realiza al frente de la institución a lo largo de la legislatura y que, dependiendo del momento, potenciará unos aspectos u otros.

Mapa los resultados de 2007 en las principales ciudades y capitales de provincia | electometro.es

Ahora es el turno de los balances, de mostrar los avances logrados a lo largo de cuatro años de trabajo. Esa es la mejor baza del político que está en el poder y una comunicación estratégica, bien construida en el tiempo, potenciará estos aspectos en la recta final de la legislatura. Pero tampoco hay que olvidar (y esto sirve tanto para unos como para otros), los retos futuros, los “proyectos ilusionantes” con los que complementar el camino recorrido. 

Además, las municipales de 2011 van a marcar un antes y un después en el uso de las nuevas tecnologías y sobre todo de las redes sociales. Mucho se ha hablado y escrito de la política 2.0 últimamente y estamos a las puertas del primer gran test para esta nueva forma de relacionarse con el ciudadano. Twitter, Facebook o Youtube son ya palabras normales en la jerga de muchos políticos y aunque su utilización todavía no servirá para ganar elecciones, sí que empiezan a tomar fuerza de cara a fomentar una nueva forma de relacionarse con los votantes.

En España es un fenómeno que acaba de nacer pero que está evolucionando de forma exponencial, aunque no hay que perder el horizonte. Son herramientas al servicio de la política pero lo que sigue funcionando es “patearse la calle”.

Comentaba el consultor Mikel Cabello hace unas semanas en el I Congreso de Comunicación Política de Cataluña que los alcaldes de los pueblos pequeños son los que más política hacen porque están todo el día en contacto con sus convecinos. Y es que el “puerta a puerta” funciona; eso sí, siempre que haya un proyecto detrás. Precisamente ese contacto directo es lo que propicia también que en los municipios de menos habitantes la abstención sea menor que en las capitales y grandes ciudades.
La abstención es el gran lobo de la política actual. Analizando los datos de las últimas elecciones municipales en Andalucía no se puede definir una tónica clara al alza o a la baja, se dan curvas en ambos sentidos. En las últimas dos décadas la abstención de los andaluces ha oscilado entre el 31,2% de 1995 y el 38,8 de 1991, siendo la de 2007 del 38,45%, una de las más altas de los procesos celebrados en la comunidad andaluza. Los motivos pueden ser muy diferentes pero quizá el clima de crispación entre partidos en un escenario en el que el ciudadano reclama decisiones firmes, líderes creíbles que transmitan confianza, compromisos cumplidos y no tanta disputa puede ser una de las causantes de la temida abstención.

En conclusión, quedan unos meses decisivos para la suerte electoral pero teniendo claro que el gran grueso del trabajo está hecho. Ahora toca repasar, no ponerse nervioso y afrontar el examen final con confianza.