Francisco Álvarez-Cascos se ha marchado del Partido Popular dando un portazo cuyos ecos han resonado en toda España. El que fuera secretario general del partido durante diez años (o General Secretario, como coloquialmente era conocido), vicepresidente primero durante cuatro años con Aznar y ministro de Fomento otros cuatro, se siente "menospreciado y maltratado" por quienes componen la actual cúpula directiva y se va después de que Génova decidiera no contar con él para liderar la candidatura asturiana de cara a las elecciones autonómicas del próximo 22 de mayo. Cascos llevaba meses postulándose, ofreciéndose a ser el candidato en Asturias, "al rebufo de una marea que así lo quería". Sus intereses chocaban con los de otros compañeros de partido (quienes están al frente desde el último Congreso Ordinario), con los que ha mantenido un durísimo enfrentamiento en estos últimos meses, y finalmente ha sido la Ejecutiva Nacional del PP quien ha tomado la decisión: la candidata del partido en Asturias será Isabel Pérez-Espinosa, actual concejal y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Oviedo. Precisamente el primer edil de dicho consistorio, Gabino de Lorenzo, ha sido el principal opositor a la candidatura casquista, mostrando un inaudito belicismo contra quien fue su principal aliado en la otra histórica disputa interna del siempre conflictivo PP asturiano: la que en 1998 llevó a su entonces presidente, Sergio Marqués, a irse y fundar su propio partido, tras la feroz lucha mantenida con el tándem Cascos-De Lorenzo.
El hecho de que Álvarez-Cascos se plantee, a sus 63 años, volver a la primera línea política es algo que da que pensar. Por mucho que diga que él no ha sido el promotor de su candidatura y que se ha dejado llevar por la gente que le apoya, lo cierto es que es cuando menos curioso que justo ahora, seis años después de que desapareciera tras la derrota electoral de 2004, quiera volver a ser un hombre fuerte del PP, cuando todas las encuestas le sitúan muy por encima del PSOE en intención de voto y con serias opciones de gobernar todas las comunidades autónomas que celebran elecciones este año. Entendemos que es de un gran egoísmo haber renegado prácticamente de la política durante la dura travesía del desierto que el PP ha experimentado en los últimos años y querer ahora, no ya volver, sino encabezar la lista popular por Asturias. Lista que ya se le propuso liderar hace cuatro años, cuando el exministro no lo tuvo a bien y declinó el ofrecimiento. Esto es lo primero que desde "La Bitácora" queremos destacar, ya que nos parece algo muy reseñable y que sin embargo apenas se está teniendo en cuenta a la hora de analizar este asunto.
El oportunismo de Cascos del que hablamos se hace un poco más evidente cuando el histórico político español denuncia lo autoritario de la decisión adoptada por Génova. No le falta razón: el PP es un partido con un gravísimo déficit de democracia interna, donde los militantes nada tienen que decir sobre nada y donde es el aparato rector quien toma todas las decisiones. Pero criticar esto cuando se ha sido secretario general de 1989 a 1999, se ha tenido la potestad de tomar esas mismas decisiones con ese mismo mecanismo autoritario y se ha disfrutado y hecho uso de ella al máximo (como todos sabemos que hizo el General Secretario) en lugar de cambiarlo, es de un oportunismo insultante. Carece de autoridad moral para ello.
Francisco Álvarez-Cascos, en la rueda de prensa que dio el pasado domingo en Oviedo | EFE |
Pero la prueba elemental de ese oportunismo la hemos visto en la rueda de prensa del domingo, cuando Cascos recurrió al regionalismo para lanzar su proyecto político: hasta en cuatro ocasiones se refirió a Asturias como "país". Oírle hablar en esos términos precisamente a él y precisamente ahora acaba de convencer a cualquiera de que a este hombre lo único que le mueven ya son sus intereses personales y deja palpable la sensación en cualquier mente que se pare analizar el tema que su tiempo político definitivamente ya pasó. Mostrar ahora este tipo de veleidades movido quizá por la nostalgia del poder (o "de sí mismo" como ha dejado escrito Ignacio Camacho) va del todo contracorriente.
Álvarez-Cascos le ha creado un problema tremendo a su expartido al querer volver cuando le ha convenido y después de estar años desaparecido, pues es una figura histórica reverenciada por muchos en el PP. Tiene un gran respaldo popular en Asturias, es el preferido por las bases del partido en esa comunidad, pero se ha equivocado al pretender volver pues el Partido Popular de ahora poco se parece al que dejó él. Ese error de cálculo le ha valido un enfrentamiento irreversible con su partido de toda la vida, le ha creado un problema tremendo a ese mismo partido, que hasta hace poco iba camino de lograr la mayoría absoluta en Asturias, y todo para mayor gloria de unas aspiraciones que ya no se entienden. Perseverar en esta conducta, haciendo gala de su célebre carácter y testarudez y querer lanzar un partido que solo rivalizaría con el PP y cuyo único logro podría ser truncar la mayoría absoluta del partido de Rajoy, sería ahondar más en un error que bastante le está costando ya a él y a su expartido.
María Dolores de Cospedal ha sido quien ha convencido a Rajoy para seguir con la senda iniciada en 2008 de ruptura con el aznarismo, apostando por un nuevo valor como Pérez-Espinosa, la quinta mujer lider autonómica del PP (se une a Esperanza Aguirre, Alicia Sánchez-Camacho, Luisa Fernanda Rudí y la propia Cospedal). Quizá en Génova han dejado ir el asunto demasiado lejos, intentando lograr un consenso que pusiera a todos de acuerdo, pero eso ha sido imposible y al final se ha sido coherente con la línea que ha regido el partido en los últimos años y, de paso, se ha evitado que toda una fiera indomable como Cascos se erigiera en un peligroso barón autonómico capaz de hacer frente a cualquiera y de enfrentarse con cualquiera, como bien está demostrando ahora. Veremos si finalmente crea o no su propia alternativa en Asturias (sería a todas luces poco elegante que tras la pataleta fuera hasta el final, en venganza por el trato recibido, que quizás tampoco ha sido el que merecía), pero Cascos está tirando por tierra su imagen de buen gestor que se formó como ministro (no en vano aún hoy estamos inaugurando las líneas de AVE que él promovió) y no debería seguir por ese camino. Como hemos dicho anteriormente, su tiempo ya pasó.
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Querido Martínez:
ResponderEliminarLo primero que hay que señalar es que Francisco Álvarez Cascos se ha ido del partido y ha arremetido contra la dirección nacional (no contra el partido) por, no sólo tolerar los graves insultos proferidos por parte de algunos dirigentes del PP de Asturias, sino encima premiarlos nombrando a su candidata. Es decir, que aunque no le hubieran elegido como candidato, si hubieran sancionado a los calumniadores, o si simplemente hubieran elegido a otra persona no afín a éstos, no se hubiera marchado, o por lo menos no hubiera arremetido contra ellos.
En segundo lugar, yo no veo egoísmo en su postura. Se podría haber jubilado plácidamente, o seguir en la empresa privada, pasando a la historia como el mejor ministro de Fomento de la democracia, pero no, prefirió sacrificarse por su partido y por su región, volviendo al incómodo y sacrificado campo de la política. Por su partido, que estaba hecho unos zorros en Asturias, lugar en el que cuando él era secretario general arrasaba en las generales, y que en los últimos años sólo cosechaba derrotas, y que si ahora ganaba era por demérito del contrario, no por mérito de ellos, como el PP en España. Y por su región, harta de los desmanes socialistas y ávida y de una alternativa fuerte y con importancia en el resto de España, no discriminada por su propio partido como hace la dirección con su partido en Asturias.
En tercer lugar, sí, el PP es un partido con fuerte déficit democrático, y él lo permitió en sus años. Pero él no se queja de eso. Cascos y sus seguidores pedían un congreso extraordinario que sí contemplan los estatutos, igual que se hizo en Baleares.
En cuarto lugar, no seré yo quien defienda que a ninguna de nuestras regiones se les llame país. Pero no creo que lo dijera con un sentido nacionalista. No será él quien tenga que demostrar su defensa de España. Y no lo dice por primera vez ahora, ya lo dijo en los años noventa en alguna conferencia. Además, no se dice con las mismas intenciones de Asturias (Patria querida) donde todo el mundo está orgullosísimo de ser asturiano y español, que de otras regiones donde la situación es bien complicada.
En quinto lugar, está clarísimo que el Partido Popular no es el mismo que él dejó. El suyo era un partido con los principios muy claros, no como el de ahora. A mí me haría pensar el hecho de que se hayan ido figuras como María San Gil, Ortega Lara o Regina Otaola. Ojalá se defendiera a las víctimas tanto como en el aznarismo. Lo que es seguro es que de haber seguido con la línea aznarista, ahora el PP sacaría entre 25 y 30 puntos en las encuestas, y por mérito suyo, no por demérito de otros. Por ejemplo, son muchas las voces que afirman que si el PP hubiera seguido su línea aznarista, en Cataluña hubieran conseguido entre 25 y 30 escaños.
En sexto lugar, está clarísimo el desprecio que se da desde la dirección nacional, no sólo a Asturias, sino a otras regiones como Castilla y León. Rajoy sólo le está dando importancia a Castilla La Mancha o a Cataluña en su momento, y eso no puede ser, hay que tratar a todas las regiones por igual.
Siento la parrafada, pero quería argumentar bien mi postura. Gracias y enhorabuena por este gran blog.
Campillo, sabes igual que yo todo lo que ha trascendido y que se intentó hasta el final una candidatura de consenso. Pero Cascos solo aceptaba todo para él: ser el candidato, nombrar al equipo, las listas municipales, manejarlo todo. Cascos hubiera sido el mejor candidato, estoy de acuerdo. Pero no se puede pretender llegar de buenas a primeras cuando a uno le parece y querer relegar a quienes mandan en el PP de Asturias desde el último Congreso legítimamente elegidos. No puede ser lo que él diga: escuchar a las bases ahora, que conviene; ser candidato ahora, que puedo ganar; irme del PP en 2004 porque me da la gana y volver ahora que la cosa pinta bien. El Cascos de toda la vida, vamos. No.
ResponderEliminarY el daño se lo hace a su partido de toda la vida, no a Rajoy. Bien lo sabe. Le da igual. Que fue insultado y no se hizo nada, pues mal, sí, pero no es por eso por lo que se va. Lo hace por egoísmo. Si el elegido candidato hubiera sido él, dudo mucho que hubiera hecho el circo de la rueda de prensa con las cuatro denuncias en la mano.
Y lo de que se sacrifica pudiendo retirarse, otra milonga. Aún recuerdo su rueda de prensa diciendo que lo dejaba para retirarse en 2004. Le ofrecieron volver en 2007 para liderar al PP en Asturias, pero dijo nones (claro, no veía posibilidades) e intenta volver ahora, cuando sí puede ganar. No, las cosas no se hacen así.
Pide un congreso, sí. Pero es justo lo que él negaba en sus tiempos. Vidal Quadras lo contaba ayer: fue Cascos el que le dijo en 1996 que tenía que irse y que no se celebraría un Congreso que Quadras tenía ganado de antemano, para que el pacto con Pujol pudiera salir. "El partido es una orquesta donde todos tocan la partitura que marca el director; y a quien no le guste, que se vaya", estas palabras dice Vidal Quadras que le dijo. ¿Y ahora pide un congreso, se envuelve en la bandera asturiana y se lamenta de la actitud de la dirección nacional? No es de recibo. Se ha retratado.
Como digo en el post, su tiempo ya pasó. No saber verlo y reconocerlo y luchar contra el mundo es un grave error por su parte.
totalmente de acuerdo con el autor de este post. lo que pasa con el aznarismo es que nunca ha existido y ya no existirá, lo explico en mi blog, en varias entradas sobre el Pp, Aznar, Rajoy, etc. Aznar será simplemente un paréntesis, lamentablemente echado a perder en el progreso, y en la deslegitmiación del terrorismo de la transición, del felipismo que va desde 1982 a la esperada y deseable derrota del Psoe de zapatero.
ResponderEliminaren realidad la labor de Alvarez-Cascos es sin duda encomiable como paralelo organizativo de la refundación del Pp llevada a cabo por Aznar, pero lo que ha demostrado no sabiendo ganar su liderazgo en Asturias a no ser que fuera todo como antes en plan un poco ordeno y mando es que su perfil político es más bien bajo y que no tenia un proyecto político para derrotar no al Psoe sino al felipismo por entero. fue vicepresidente primero con el Pp ganador por la mínima, cuando también decían que iba a arrasar y ganó porque lo del psoe era inaguantable, pero teniendo que gobernar con Ciu. ese es el perfil político de Alvarez-Cascos. me río de los que dicen que con el presunto aznarismo el PP habria conseguido 30 diputados en cataluña. no teneis ni idea y no sabeis de qué país hablais. con esa linea es seguro que Ciu hubiese sacado mayoría absoluta y se hubiese legitimado completamente de nuevo el nacionalismo puro y duro. ahora por lo menos se les ve un poco dudosos y quizás abiertos a revisar algunas cosas de los ultimos 30 años, gracias tb en parte a la reentrada de C´s en el parlamento, un grupo que admira el progreso de los años de Aznar pero defraudado para empezar con el precio a pagar por el pacto del majestic.
lo demás, es retórica, tanto da si dice Alvarez-Cascos que el PP siempre ha sido nacional y no de las comunidades, como si dice 4 veces país y ahora quiere hacerse el Pujol y Soley de Asturias. las intuiciones están bien y son lo primero, pero hay que gastar tiempo en elaborar algo serio con ellas, y eso es lo que no ha demostrado que sepa hacer Alvarez-Cascos. pues si no estaba preparado para saber hacerlo, porque lo que nos espera por hacer es casi de mayor envergadura que lo que habia que hacer en 1980, pues mejor dejarlo.
el Pp, la derecha, siempre ha sido regionalista, girondina, lo jacobino es lo otro. a la vez, siempre ha sido en efecto nacional, pero quiere menos estado, y mas pueblo o sociedad civil, incluido el nivel local. parece que Alvarez-Cascos no se ha dado por enterado en ninguno de los sentidos. la derecha no es centralista ni siquiera cuando ese estado minimo es solo central, porque tampoco quiere una sobreadministracion a nivel local, que a su modo tb es centralista y centralizadora como sabemos demasiado bien hoy de como funcionan las CCAA.
el caso español, no por imitación de los paises federalistas, sino por historia, está más cerca del federalismo -que es lo contrario que el nacionalismo- que del centralismo francés, que por cierto tampoco es absoluto y ya se cuida de tener mecanismos e instituciones regioanlistas. pero repito, las provincias es un invento de la izquierda, no de la derecha. entre las provincias y el confederalismo se encontraria el regionalismo federalizante (esto significa unionista) del PP.
leeros el testamento de Franco, estudiad el intento de trasnformar el estado centralista de provincias del XIX de la izquierda en un estado organizado en regiones más o mneos autonomas del periodo Canovas-Dato. o incluso el periodo de las cortes de cadiz, las juntas, etc.
en fin, saludos.
David, ¿qué te parece la encuesta que publica hoy El Mundo sobre intención de voto en Asturias?
ResponderEliminarSaludos y feliz Reyes
Soy estudiante24, by the way..
ResponderEliminarEstudiante24, gracias por dejar tu impronta por aquí de nuevo.
ResponderEliminarPues de la encuesta de Sigma Dos para El Mundo publicada hoy, lo primero que tengo que decir es que me sorprende un poco que Cascos anunciara su marcha del PP y su disposición a ir por libre el día 2 y que tan sólo cuatro días después (y en plenas navidades, nada menos) ya se haya publicado un sondeo de esas características. No dudaré de su rigor pero sí creo que hay que ser prudentes con él y no sacar conclusiones aventuradas.
Se ha hecho en caliente, con buena parte del electorado asturiano del PP cabreado por la decisión de Génova y alineado 100% con Cascos. Es de esperar que esos ánimos se vayan calmando con el tiempo, cuando la marea vaya bajando y se vea (como se va a ver) que la mayoría del partido en Asturias respeta y asume la candidatura de Pérez-Espinosa y se queda donde está. Ni siquiera es seguro todavía que Cascos vaya a tener un partido propio (con lo que cuesta montarlo, no ya solo económicamente, que también, sino que son muchas cosas) y para entonces habrá que ver cómo están las cosas.
Sí creo que esa encuesta marca un techo para el futuro partido de Cascos (si finalmente ve la luz) y un suelo para el PP. Quiero decir, que si al final nace ese partido de Cascos, a lo máximo que podrá aspirar es a lograr ese 36,5% que la encuesta le da (y que ya sería un exitazo) y el PP solo podría mejorar el dato que ese mismo sondeo le vaticina (22,5%), ya que la situación actual es la más favorable para Cascos y la más desfavorable para el PP (por lo antes comentado del cabreo que tiene el sector casquista del PP asturiano). Sacar más conclusiones que esta sería, en mi opinión, poco serio.
Gracias de nuevo, saludos.
No he seguido el tema con mucha atención. Pero me doy por satisfecho con lo que cuentas. Parece muy coherente y sin lagunas ( as usual). Para abundar un poco ( creo) en lo que dices sobre que es un tema personal: en la derecha veo dos corrientes principales, la liberal y la tradicional-católica. Ésta segunda en el PP actualmente parece que está algo más enterrada, a lo mejor porque la guerra parece más fácil de ganar luchando en el frente económico, y no porque no pudiera haber disposición a presentarse también en otros ámbitos ( aborto, homosexualidad, terrorismo, etc.), pero así parece. Como en Intereconomía sólo he visto que a Cascos le han lanzado sogas al cuello deduzco que su candidatura no representa a esta segunda corriente tradicional-católica, y que por tanto no es una alternativa a la línea táctico-liberal de Pons y cía, sino sólo lo que tú dices.
ResponderEliminarClaro, Álvaro, parece claro que Cascos no representa la moderación ni tampoco es del sector más católico. Va por libre. Estos últimos, como muy bien ha dejado escrito Raúl del Pozo, parece que no le perdonan su "alegre bragueta"...
ResponderEliminarGracias y un saludo.
El comentario de Joaquín Brotons se marcó como spam, lo acabo de ver y no sé muy bien por qué, y no ha podido ser publicado hasta ahora. Mis disculpas.
ResponderEliminarBueno, pues nada que añadir, coincido 100% contigo en tu tesis sobre el modelo de Estado que defienden uno y otro. Chapeau y gracias.
ostras, como spam, será que ha pasado por aqui Felipe González, culpable de lo que pasa por su cobardía desde 1989. vuelvo a dejar un mensaje esta vez sobre el tema de la democracia interna de los partidos. en este caso, no estoy tan de acuerdo. las primarias en el psoe funcionan como funcionan. de hecho, en el partido de Ciudadanos también soy testigo de que en realidad el candidato ya está decidido de antemano, y lo que es más importante, por tanto la agenda, lo-que-se-puede-debatir o no. la prueba de que las primarias en el Psoe son un paripé burocrático de poca relevancia política es la elección de Borrell en su momento y su defenestración posterior. en este ultimo caso de Gómez, su triunfo, inesperado aunque por la mínima, se debe al apoyo tácito que ha tenido de medios conservadores, como veo7, libertad digital y intereconomía, aparte del dato de que el psoe en madrid está muy mal y este señor se presentaba como revulsivo a pesar de ser un alcalde de casi toda la vida. de otro modo dudo mucho de que hubiese ganado.
ResponderEliminaren fin, con esto quiero decir que en el caso del Pp no me parece que la falta de primarias para designar candidatos sea flagrantemente anti-democrática. por la Constitución, los partidos deben ser democráticos, y en este caso el Pp dispone de congresos en los que se pueden elegir varias opciones, si las hubiera.
en condiciones europeas, y en este caso españolas, no podemos simplemente importar el mecanismo de primarias americano. me parece que un mecanismo más eficaz sería distinguir lo que es el aparato del partido de las candidaturas, esto en el reino unido ya es un poco así. encontrar mecanismos en esta linea podría ser mejor solución que las celebradas primarias -y que yo no me creo desde las de Borrell. estudiar esto os lo dejo a vosotros.
también viene bien mencionar que antes que las primarias en este país deben cambiar muchas cosas, como por ejemplo las teles públicas y tantas cosas parecidas, porque para que unas primarias funcionen y sean libres el dinero es muy importante; claro esto tiene que ver con la financiación de los partidos, etc. si todo es del estado, y los partidos también, ¿cómo vas a presentarte como alternativa si tu alternativa depende de un dinero privado que a ver de dónde sale y si tu agenda a lo mejor va en la linea de quitarle poder al estado?
en fin, saludos.
Joaquín, yo en ningún momento he dicho que el PSOE sea un partido 100% democrático (internamente se entiende) ni que sus primarias sean la panacea y todo un ejemplo a seguir. Ya sé que tienen mucho de "paripé" como tú dices y que las opciones que suelen triunfar son las respaldadas por el aparato del partido. Lo que he criticado es de la falta de democracia interna del PP, que es mayor y más evidente, pues ni siquiera contemplan la posibilidad de unas primarias (ni siquiera como mero trámite burocrático). Sus congresos también se hacen en el PSOE y suelen servir para poco en lo que a fomentar el debate interno y la igualdad de oportunidades en el partido se refiere. Rara vez hay alternativas.
ResponderEliminarEn lo de que deben cambiarse muchas cosas antes de avanzar en la democracia interna de los partidos tienes mucha razón. Aún estamos muy lejos pero es que apenas llevamos 30 años de democracia...
Saludos.
Tal vez el que se equivocará como analista politico fuiste tu, a tenor de los resultados no te parece...
ResponderEliminarFAC 16 escaños