lunes, 4 de abril de 2011

Elecciones 2011: Castilla-La Mancha, el órdago de Rajoy

Es el todo o nada al que ha decidido jugar el Partido Popular de Mariano Rajoy ante las elecciones del 22-M. Su apuesta más fuerte, a la que ha vinculado el éxito o el fracaso de su partido en los comicios de mayo. En un momento en el que todas las encuestas le sitúan a más de 10 puntos de ventaja de Zapatero y vaticinan una gran victoria del PP en las municipales y autonómicas, manteniendo el Gobierno de las regiones y ciudades importantes donde ya lo ostenta y arrebatándoselo al PSOE en muchas más, en Génova creen que ha llegado la hora de lanzar el órdago definitivo, el que catapulte (si sale bien) de una vez por todas a Rajoy hacia el Palacio de la Moncloa.


María Dolores de Cospedal
Y el lugar elegido para hacerlo ha sido la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Nunca estuvieron tan cerca de gobernar allí, donde la hegemonía socialista perdura desde que hay democracia. En 2007 ya redujeron la diferencia a la mitad (de 20 puntos a 10; de 11 escaños a 5) y ahora parece que por fin pueden conseguir la victoria. Sin duda, sería un terrible golpe de efecto, la constatación definitiva de los vientos de cambio, de la "sed de urnas", algo ya irrefutable. Y allí se presenta por segunda vez María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, número dos del principal partido de la oposición, cabeza visible del mismo cuando Rajoy decide quedarse en segundo plano (y no son pocas veces). Enfrente tendrá un PSOE encabezado por el díscolo José María Barreda, "verso suelto" cuyas discrepancias con la dirección del partido y con el presidente del Ejecutivo han sido célebres en los últimos meses. Se permitió el lujo de recomendar una crisis de Gobierno que remodelara de arriba a abajo el Consejo de Ministros, aseguró que de seguir así el partido se encaminaba inevitablemente hacia "la catástrofe electoral" y, más recientemente, no dudó en mostrarse proclive a que la participación de Rodríguez Zapatero en la campaña electoral de estas elecciones fuera más bien discreta. Trata de distanciarse de Ferraz y del Ejecutivo nacional, para no acusar el desgaste de la gestión de gobierno que todos los barones socialistas temen más que a un nublado. Se trata de evitar a toda costa que las elecciones se planteen como un plebiscito sobre Zapatero, tal como pretende el PP. Nadie como Barreda está apostando tan decididamente por este distanciamiento, siendo uno de los barones que más activamente pidió al presidente del Gobierno que despejara las dudas sobre su futuro antes de la campaña electoral. Tesis que finalmente se ha acabado imponiendo, como ya todos sabemos. 

Como decíamos, Rajoy y el PP han decidido arriesgar y jugársela con la carta castellano-manchega, cuando la situación no le obliga precisamente a ello. Podrían no hacerlo, podrían esperar acontecimientos, dejando que la ola de cambio de ciclo que está viviendo España haga su trabajo silenciosamente. Pero no. Rajoy arriesga una vez más, como hace siempre que no es él quien se presenta. Ya le salió bien el match ball de las Elecciones Europeas y, sobre todo, de las gallegas, donde sus críticos le esperaban con el cuchillo entre los dientes por si había derrota. Veremos si ahora su apuesta decidida por Castilla-La Mancha le da otra gran alegría, la que sería  la penúltima de su larga travesía hasta el Palacio de La Moncloa. "El cambio empieza aquí y luego habrá un cambio en toda España. María Dolores encabeza el proyecto de cambio más trascendental para Castilla-La Mancha en la historia de la democracia", aseguró Rajoy en el acto de proclamación de Cospedal como candidata, el pasado 19 de febrero en Albacete, dejando claro cuál es la apuesta del PP para estas elecciones. Y lo hizo ante la plana mayor del partido, desplazada al completo hasta el lugar para arropar a la Secretaria General. Allí estaban Javier Arenas, Esteban González Pons, Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre, Ana Mato o Alicia Sánchez-Camacho.

Y es que piensan en Génova que la victoria no será absoluta si no se logra arrebatar Comunidades Autónomas al PSOE. Tras la 'tormenta Cascos' en Asturias y lo difícil que tienen alcanzar mayorías holgadas en Aragón, Canarias o Cantabria, los populares han visto claro que Castilla-La Mancha es, junto a Baleares, el lugar más factible para escenificar una victoria incontestable. Teniendo en cuenta que lleva casi 30 años de mayorías absolutas socialistas, el golpe de efecto sería total.

Puede parecer que esta estrategia comporta graves riesgos que en un momento como el actual no vale la pena correr. Pudiera ser que el próximo 22 de mayo el PP obtuviera un éxito rotundo en municipales, conquistando varias capitales clave como Sevilla, Palma de Mallorca o Las Palmas de Gran Canaria y luego perder por la mínima en Castilla-La Mancha y que el PSOE lo vendiera como un éxito. A esto es a lo que se arriesga un Partido Popular que está convencido de que la jugada le saldrá bien. Aun perdiendo en Ciudad Real (única provincia que reparte escaños impares) creen que gobernarán al sacar dos diputados de ventaja en otras circunscripciones, especialmente en Guadalajara, la región no manchega, cuya cercanía a Madrid (de quien es prácticamente ciudad-dormitorio) puede inclinar definitivamente la balanza del lado popular. Para ello, el PP debería aventajar en unos 15.000 votos al PSOE en la mencionada crcunscripción, cuando en 2007 apenas le sacó 80. Con ese resultado, el reparto de diputados quedaría en 5-3 a favor del partido de Cospedal, adjudicándose el octavo escaño que Guadalajara suma para esta legislatura (en 2007 el resultado final fue 4-3 a favor del PP). Una ventaja que puede resultar definitiva.

En el resto de provincias es de es de esperar un empate en escaños, salvo en el mencionado caso de Ciudad Real, donde son impares y cabe aventurar una ligera victoria socialista por 6-5, cuando en 2007 la ventaja  cosechada por Barreda fue de 3 diputados (7-4). Toledo es la otra circunscripción, además de Guadalajara, que reparte un escaño más que en las anteriores elecciones y aquí sí parece claro que caerá inexorablemente del lado popular, que conseguiría empatar 6-6 con el PSOE (hace cuatro años perdió por la mínima, 6-5). Al empate parecen destinadas también las provincias de Cuenca y Albacete. La primera repetiría resultado (4-4), mientras que la segunda equilibraría el reparto de actas (5-5) tras la victoria socialista de 2007 (12 puntos de ventaja y 6-4 en escaños).

José María Barreda
Así que la apasionante batalla catellano-manchega se disputará, si todo va según lo previsto, fundamentalmente en Guadalajara, en conseguir ese octavo escaño que tiene toda la pinta de ser el juez final  de la contienda. Una lucha que mide a un PP eufórico lanzado a por todas, encabezado nada menos que por su secretaria general, con un PSOE que en esa zona reniega de su dirección nacional, que pretende presentarse como algo distinto a ellos y que tiene en la figura de José María Barreda a un gran líder que mide muy bien los tiempos, que no duda a la hora de tomar decisiones clave, que ha sabido gestionar con maestría la difícil papeleta de suceder al todopoderoso José Bono al frente del Gobierno regional y de la federación castellano-manchega del PSOE y que supera en valoración personal a Cospedal. Además, está dispuesto a dejarse la piel por ganar estas elecciones, como bien demostró con la organización de su "pequeño Vistalegre" el pasado domingo 27 de marzo, macromitin al que acudieron Rubalcaba, Bono, Rosa Aguilar... pero al que no estaba invitado Zapatero.

Fuera de los dos grandes partidos y de su encarnizada batalla por el poder, las elecciones autonómicas no tienen apenas ningún aliciente más en la región. Parece casi imposible que otras fuerzas políticas como Izquierda Unida o UPyD puedan llegar a obtener representación en el parlamento. Pese a que el porcentaje de corte es solo del 3%, los altísimos porcentajes de voto que cosechan PSOE y PP (sumaron casi el 95% en 2007), unido a la Ley D´Hont cierran el paso a los partidos minoritarios. Solo en dos ocasiones (1991 y 1995) IU consiguió hacerse un hueco en la Asamblea. Ahora las encuestas le dan una intención de voto similar a la que tuvieron en 2007, ligeramente por encima del 3%, y solamente en Toledo tienen alguna posibilidad de conseguir un escaño. El hecho de que su coordinador general, Cayo Lara, sea de Ciudad Real, no parece suponer ningún impulso para la coalición. En cuanto a UPyD, los sondeos le dan una intención de voto muy similar a la de IU, en torno al 3-4%, y sus posibilidades de lograr representación son igual de exiguas.

Habrá que estar muy atentos, pues, al devenir definitivo de las elecciones en Castilla-La Mancha, donde todo está por decidir y donde los resultados pueden tener, más que en ningún otro lugar, grandes y graves repercusiones a nivel nacional.

6 comentarios:

  1. Las últimas encuestas le dan a Barreda la mayoría absoluta con 3-4 escaños de diferencia. Y eso que se hicieron antes del anuncio de Zapatero de no presentarse en 2012, hecho que favorecerá las aspiraciones del PSOE en muchos sitios, también y especialmente en Castilla-La Mancha. La segunda derrota consecutiva de Cospedal la convertirá en una digna número 2 de Rajoy...

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  2. El PP ganará en Castilla-La Mancha, como ganará en Baleares, Aragón, Canarias, Cantabria... además de en todas las comunidades que ya gobierna. Tan sólo Navarra (donde seguramente apoye un Gobierno de UPN o incluso formen uno de coalición), Asturias (por la irrupción de Cascos) y Extremadura (aunque esto no está tan claro) quedarán fuera del control del PP tras las elecciones. El batacazo socialista será histórico y bien que se lo han ganado.

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  3. No sé a qué encuestas se refiere el primer comentario. Desde finales del año pasado y hasta principios de marzo se han publicado siete encuestas, de las cuales seis arrojan mayoría absoluta para Cospedal y solo una (la de El País) predice un empate técnico. Ruego tenga la amabilidad de referenciarlas.

    Mi opinión personal, y no siendo manchego, es que el PSOE acusará de forma especial el desgaste de tres décadas de gobienos monocolor. Maria Dolores de Cospedal es briosa y representa una alternativa real y consistente a la continuidad de un socialismo anquilosado e incapaz de reaccionar a la crisis con respuestas adaptadas a las circunstancias sociales y económicas de una región que, tampoco por casualidad, sigue a la cola de España en desarrollo, junto con Extremadura y Andalucía (los otros dos feudos socialistas).

    La diferencia no será espectacular (acaso de un solo escaño) a favor del PP. Pero el vuelco se producirá, con un efecto demoledor en el PSOE nacional. Con un aparato territorial desmantelado (pues a las derrotas en La Mancha, Baleares, Aragón, Asturias, Cantabria y las principales capitales cabría sumarle todos los feudos populares y tal vez Extremadura, que se presenta al filo de la mayoría conservadora o socialista) el PSOE estará abocado a un adelanto electoral con un presidente interino y un líder apenas recién salido del horno. Un mal panorama.

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  4. Pues las encuestas a las que me refiero son precisamente la que mencionas de Metroscopia (que no de El País, ya que el periódico no realiza estudios demoscópicos), otra interna del Partido Socialista y otra más del Publiscopio. Las 3 dan mayoría absoluta a Barreda. Y eso que hay que tener en cuenta el voto oculto que el PSOE tendrá en estas elecciones y el efecto de la retirada de Zapatero.

    Enlazo las 3 encuestas que decía:
    http://www.elpais.com/articulo/espana/mala/opinion/Castilla-La/Mancha/Zapatero/pone/apuros/Barreda/elpepiesp/20110304elpepinac_11/Tes

    http://www.diariocritico.com/2011/Abril/exclusivo/263407/barreda-elecciones.html

    http://www.publico.es/espana/301394/triunfo-renido-de-barreda

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  5. Anónimo, de las tres, sólo dos son encuestas reales. La interna del PSOE es una especie de rumor del que no se ofrecen datos. Y ambas arrojan un resultado idéntico, con empate técnico.

    Yo, de todos modos, creo que en La Mancha el voto oculto no perjudica precisamente al orgulloso socialismo manchego, sino al opositor PP. Como sucedió en Cataluña. La salida de Zapatero deja al partido huérfano, con una guerra latente por la sucesión entre un Ministro implicado en trapicheos con la ETA y una Ministra mimada por el Presidente que no sha metido en la guerra de Libia.

    Por cierto, y acerca de la fiabilidad de ambos sondeos (de grupos mediáticos muy cercanos al PSOE) debo recordar que fueron precisamente los que más erraron el resultado en las últimas catalanas (en especial Público, que le dio al PP 12 escaños, cuando obtuvo 18). También Público publicó una encuesta el día 3 de abril afirmando que Rubalcaba ganaría a Rajoy por casi un 60% (por el 30 del PP). Un dato, sin duda, objetivo y contrastable...

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  6. Sergio, yo soy manchego, por mi trabajo estoy en contacto con la gente, y no he escuchado ninguna opinión (salvo de la algunos del PP, y no todos) a favor de Cospedal.

    Las diferencias de valoración de ambos líderes se inclinan de manera rotunda a favor de Barreda, y toda la trayectoria de comportamiento de Cospedal en estos meses juega en contra de ella misma.

    Yo tengo la sensación personal, una especie de feeling, que seguiremos con Barreda, cosa que no comparto mucho, pues es necesario renovación, nuevos aires, pero miro la alternativa y ....¡que miedo!

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