sábado, 18 de diciembre de 2010

¿Quién será candidato? (I): La "retirada silenciosa" de Zapatero

Es la mayor incógnita que tenemos en este momento en el espectro político español: la de quién será el candidato del PSOE a las elecciones generales de 2012. Desde hace poco más de un año el debate viene siendo más y más frecuente, más y más constante y, a la vez, más y más interesante. El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lo incentiva manteniendo el suspense y negándose a aclarar sus intenciones y su futuro político, por lo menos "hasta después de las elecciones autonómicas y municipales". En la presentación del libro "El Maquiavelo de León" (José García Abad, La Esfera de los Libros), una de las primeras y de las únicas obras que se han escrito sobre Zapatero, tuvimos la oportunidad de preguntar al autor sobre cuál creía él que sería la decisión del presidente. Su respuesta fue de lo más elocuente: "Yo creo que a estas alturas no lo sabe nadie, seguramente no lo sepa ni él".

Más de medio año ha pasado desde entonces y muchas cosas han cambiado en España. Si la incertudumbre de Zapatero estaba motivada por las expectativas de éxito electoral, muy probablemente esté ya cerca de decantarse por la retirada. Si el móvil de sus dudas estriba en la falta de ganas, en el dejarse querer por un retiro dorado lejos del ajetreo monclovita/parlamentario, sin duda que los útimos meses habrán ayudado a acentuar tales pretensiones. Si por el contrario el presidente no sabía si volver a ser candidato porque no veía un sucesor de garantías, la delegación de poderes que ha venido haciendo en Rubalcaba puede tener algo que ver con solucionar ese aspecto. Quizás para dar la imagen de que lo tiene todo atado, quizás para preparar realmente la sucesión o quizás para achicharrar al cántabro ante la opinión pública, obligándole a dar la cara por el Gobierno en todo momento y manteniéndose él en un segundo plano, de cara a neutralizar el popular ascenso que Rubalcaba venía experimentando para quedar él, el presidente, como la única alternativa. Cualquiera de las tres lecturas posibles que del acaparamiento de poderes del vicepresidente se haga tiene que ver con la incógnita de la candidatura socialista: la primera y la tercera, para consolidar la vía continuista; la segunda, para dejar camino a otro.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero

Particularmente, creemos que Zapatero no repetirá como candidato. Y la razón es que no vemos razones que le lleven a volver a presentarse. Si ya venía teniendo dudas desde el comienzo de la segunda legislatura, si la presión de su esposa para que lo deje se hace cada vez más insistente, si ya empieza a haber debate interno sobre la conveniencia de que siga, si ya ha sufrido varios reveses electorales y las expectativas son aún peores, si su popularidad está en los niveles más bajos desde que llegó al Gobierno, si más de la mitad de los votantes socialistas aseguran en las encuestas que prefieren otro candidato, se hace difícil detectar algún motivo que pueda llevar a Zapatero a presentarse. Solamente un tenaz convencimiento, una extraordinaria seguridad en sí mismo, podrían hacer que repitiera. Toda vez que esto no existe (dadas las mencionadas dudas que desde años viene teniendo), creemos que es entendible concluir que Zapatero se está despidiendo.

Otro tema es ya que esté preparando la sucesión en la persona de Alfredo Pérez Rubalcaba. Desde La Bitácora no entendemos así sus últimos movimientos políticos. La delegación de poderes creemos que tiene que ver con algo más práctico: Zapatero ha decidido apoyarse en alguien a quien ve capaz de asumir altas responsabilidades de Goberno. Ha dejado de lado el egocentrismo político que ha marcado su gestión desde 2004 para pedir ayuda, ante la incapacidad de afrontar el solo los numerosos y dificilísimos retos que España tiene a día de hoy. Se acabaron los Ejecutivos de perfil bajo donde solo sobresalía él, los gestos a la galería, las veleidades de "democracia bonita"... Ahora se trata de intentar solucionar problemas para hacer menos malo su final político. Y cree que Rubalcaba puede ayudarle en esa empresa.

Cada vez cuesta más ver a Zapatero en la tele. El hecho extremo de que no fuera él quien anunciara la declaración de estado de alarma fue ya la evidencia total de su "retirada silenciosa". Amagó incluso con no participar en el debate sobre dicha declaración (cuando la Constitución le obliga a ello) y sólo la amenaza del PP de recurrirlo (con la ley de su lado) le llevó a subirse a la tribuna de oradores. Tampocó fue Zapatero quien defendió la prórroga de la alrma el otro día en el Congreso. Le dejó el papel al ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, argumentando que ese mismo día viajaba a Bruselas para asistir al Consejo Europeo. Sin embargo, el presidente asistió a la sesión y permaneció en su escaño hasta el final, hasta el úlitmo minuto. Zapatero se está retirando, se está yendo, está viviendo sus últimos momentos desde la primera línea política y anunciará su decisión de no seguir después del previsible batacazo que su partido se llevará en las elecciones del 22 de mayo de 2011. Ése será el desencadenante, quizá la excusa, pero la idea de no seguir ya lleva tiempo en su cabeza. La certeza, probablemente también.

4 comentarios:

  1. Muy bueno el articulo Martinez, pero yo creo que ni él lo tiene claro, a ves piensa en dejarlo y otras no. De lo que estoy casi seguro es que Rubalacaba no va a ser el sustituto de Zapatero. Yo creo que es el tio mas competente del gobierno, pero le gusta estar siempre en segundo plano y actuar desde ahi.

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  2. Coincido contigo en lo de Rubalcaba, Edu, mi próximo post irá sobre eso. Gracias por comentar!!

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  3. No entiendo qué relevancia puede tener saber quién será el próximo candidato del PSOE para las elecciones generales. Además me cabrea que se le dé tanta importancia: el otro día escuché el final de la comparecencia del ministro Caamaño después del Consejo de Ministros con Rubalcaba; habló de muchas cosas interesantísimas ( aunque eso sí, volví a descubrir un ministro brillante, que se nota que sabe perfectamente lo que dice, pero que habla con tanto nivel que cuesta seguirle); todas las preguntas de los periodistas que siguieron fueron para Rubalcaba, y además fueron las mismas que se habían repetido toda la semana, y la anterior, etc. ( la posible tregua de ETA, el estado de alarma, y la sucesión de Zapatero). Eso sí, un par de periodistas antes de proceder a ignorar todo lo que había dicho, reconocieron que la intervención de Caamaño había sido muy espectacular.

    Creo que hay que distinguir ( estaría bien explícitamente) entre lo que importa, urge, define el momento de la realidad ( o la realidad del momento si se prefiere), etc. y lo que constituye material para el análisis periodístico. Éste puede ser interesante y/o interesar. Pero lo siento, no veo razonable ni riguroso reducir "el espectro político español" a un tema periodísticamente exprimible pero realmente de escasísima ( si alguna) importancia. Esto vale en general para los periódicos de cada día. ojalá la gente algún día acepte que el sesgo de los periódicos no depende en el tono de los editoriales, sino en las noticias que los abren o rellenan ( que son sospechosamente las mismas en todos, aunque ocasionalmente difieran en la jerarquización de las mismas).

    Por otro lado sin ser experto en política parece muy obvio entender por qué el Presidente del Gobierno no quiere desvelar si es él o no. Resumiendo: si dice que será él, el mantra de la necesidad de un cambio de Gobierno se intensificará hasta hacer inviable la acción de Gobierno ( en el sentido de que bloqueará la atención de todo lo demás que fueran a hacer). Si dice que no, el mismo mantra se intensificará en el sentido de exigir que ya que él mismo considera que su ciclo ha terminado, que convoque elecciones, que convoque elecciones, que convoque elecciones, ...

    Obviamente parece que va a perder. Es el ciclo político superpuesto ( aparentemente) al económico. Cuando la dinámica económica va para abajo, un cambio de siglas crea la ilusión de un cambio que calma a la gente. Vamos. Que es así en todos sitios siempre ( en todos los países, con suficiente perspectiva existe la misma alternancia cíclica...). En cada elección habrá una serie de problemas ( muchas veces, cuando son los económicos, los mismos) que se vinculen al Gobierno de turno, y automáticamente su posible solución a la alternativa imaginada ( ¿ cuánta gente compara programas, o analiza trayectorias, etc.? ¿ cuántas personas analizan si esos problemas es legítimo vincularlos a unas siglas o más bien no dependen del color del Gobierno?).

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  4. Según mi punto de vista, estamos ante un cambio casi seguro de candidato a la presidencia por el PSOE(no veo a Zapatero presentándose a unas elecciones en las que,como todo parece indicar, partirá con una gran desventaja respecto a la oposición),no creo que la actual actitud huidiza del presidente esté vinculada a un posible "traspaso de poderes" a Rubalcaba.Más bien me parece que se trata de un comportamiento para evitar el desgaste del líder socialista con visos a las próximas municipales.Recordemos que esta estrategia ya fue usada por Zapatero en las anteriores elecciones, delegando la gran mayoría de las apariciones en público a la entonces vicepresidenta de la Vega;la gran diferencia es que Rubalcaba es un político infinitamente más capaz que ésta, por lo que es una figura mucho mas fuerte dentro del propio partido.

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